UGT: la indemnización previa a la jubilación del sindicalista de Tragsa fue «inmoral»

La primera, el 17 de noviembre de 2022, fue registrar «una queja en el buzón ético» de la empresa pública. Luego, el 19 de mayo de 2023 enviaron una denuncia a la Fiscalía Anticorrupción que, intuyen, no progresó. «Aunque tuviera soporte legal, no es moral y nos generó incomodidad porque es éticamente reprobable», declara Fernando Luján, vicesecretario general de Política Sindical de UGT.

Faustino Sánchez, que presumía de haberse llevado «60.000 pelotes» de indemnización, cobró el finiquito y, a las 24 horas se jubiló. Según el acta del comité autonómico, «sorprendentemente este trabajador, después de cumplir 65 años en agosto de 2022, causó baja no voluntaria en Tragsa el 30 de octubre, pasando a jubilado el día 31 de octubre». Sánchez trabajaba en la Comunidad Valenciana, aunque el caso se reflejó por escrito en una reunión del comité de Castilla y León, celebrada el 23 de enero. El acta describía la treta para darle un despido improcedente.

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Al sindicalista, que fue coordinador estatal de MCA-UGT en Tragsa, «le propusieron un desplazamiento forzoso, para que el trabajador lo rechazara y se fuera de la empresa, con la mencionada indemnización». El comité explicó que, al ser «delegado de personal y miembro de intercentros (…) no es entendible que se aplique un desplazamiento a un trabajador con garantías sindicales y con 65 años (...) salvo que le quisieran gratificar por sus servicios prestados». De hecho, el acta sostiene que el despido no fue legal, pues Tragsa hizo «uso fraudulento del artículo 40 del Estatuto del Trabajador con la finalidad de darle al trabajador 12 meses de indemnización con fondos públicos».

El sindicato se desvincula por completo del comportamiento de Faustino Sánchez. «La actuación de la sección sindical de UGT en Tragsa ha sido inmaculada, interna y externamente», señala Luján. Además, informa de que van a revisar si el jubilado sigue perteneciendo a UGT para estudiar «la apertura de algún procedimiento interno», pues la dirección confederal se enteró al publicarlo este diario.

Fuentes oficiales de Tragsa -en el ojo del huracán por el enchufe de Jésica Rodríguez, la expareja de José Luis Ábalos- contestaron a este diario que «nos consta que se abrió una investigación, cuyas conclusiones avanzan que todo se realizó conforme con la normativa que regula la materia», pese a que todas las fuentes sindicales consultadas sostienen que se trató de un «uso fraudulento» de la normativa laboral.