Los ucranianos ya luchan «casa por casa» en Toledo

En el recién construido 'poblado de combate urbano', en el monte aledaño de la Academia, los futuros soldados de la guerra de Ucrania adquieren sus primeras nociones básicas en este tipo de especialidad de combate «casa por casa» que puede constituir la nueva fase de la guerra en Ucrania una vez que las campañas de artillería de Rusia parecen agotadas y la primavera puede alentar ciertos avances hacia más ciudades.

«Ya ha habido combates en poblaciones como Bajmut, Jarkov, Mariupol... pero quieren estar más preparados en esta faceta para futuras defensas o contraofensivas», se nos subraya.

Para estos reclutas ucranianos –algunos de ellos ataviados con zapatillas deportivas– es básico comprender la necesidad de moverse en dúos y defenderse como uno solo. Además deben adquirir la capacidad de coordinación con el resto de la unidad que desarrolle las operaciones militares en un entorno urbano: «Suelen ser grupos de siete a diez militares. El desafío es coordinar esa descentralización en pequeñas unidades, dado el déficit que se encontrarán en cuanto a comunicaciones».

Antes, en el campo de tiro los nuevos soldados ucranianos se ejercitan en el denominado «tiro instintivo»: «Es el más usual cuando uno combate casa por casa...».

Durante cinco semanas estos 197 soldados se adiestrarán además en tácticas básicas de topografía, supervivencia, combate nocturno, acciones defensivas u ofensivas... «En la mayoría de los casos es el primer contacto que tienen con el ejército. La motivación es alta y el aprendizaje muy positivo», comenta el capitán Vera quien, a una pregunta sobre el seguimiento que hacen de estos reclutas una vez son desplegados en el campo de batalla, reconoce que intentan no vincularnos en exceso con el futuro del personal al que adiestran.

Estos nuevos soldados forman parte del tercer curso de formación básica desde que comenzara en noviembre el adiestramiento de esta misión europea en la Academia de Infantería de Toledo.

La unidad de formación de combate de Toledo también fue concebida para acoger cursos específicos de diferente naturaleza como el de desminado o un primer curso especialista sanitario. En este apartado, treinta militares –estos con alguna experiencia militar– refuerzan estos días sus conocimientos en acciones sanitarias en combate.

Una de esas son las llamadas «prácticas intravenosas»: «Se trata de parar la pérdida de sangre de un combatiente herido. Se aplica un torniquete con lo que sea, incluso un palo, para luego estabilizarle suministrándole suero o medicamentos por vía intravenosa. Los talleres tienen una parte teórica, una parte práctica en la clase y luego en situaciones de estrés y de simulación de combate en el campo donde se combinan operaciones de extracción de heridos».

En el marco de esta misión de la UE, España se comprometió a formar 400 ucranianos cada dos meses. La nueva 'promoción' llegada a Toledo el 12 de enero está formada en su mayoría por civiles movilizados y sin experiencia militar previa, con una media de edad de 38 años.

La instrucción española también se lleva a cabo en otras bases, en total 410 ucranianos bajo la dirección del Mando de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa (Emad) español: Zaragoza, donde 55 militares se forman en el manejo de los carros de combate Leopard; Burgos, con un curso de Zapadores especializados en labores de desminado; Almería, con especial énfasis en el planeamiento de misiones o manejo del obús; Pontevedra, en un entorno boscoso; San Fernando (Cádiz), donde se hace otro curso de formación de reclutas; y, por último, Sevilla donde se instruye a las fuerzas ucranianas en el manejo del sistema de misiles Hawk.