Vox tira de ironía con Olona y aplaude que su «fundación panameña» comparta su programa

«Vox lleva luchando contra la ideología de género desde el momento de su constitución como partido en 2013», ha reivindicado Buxadé, una de las figuras de Vox que más se distanció de Olona antes de que se consumase su ruptura el pasado septiembre. El eurodiputado ha aseverado que cualquier proyecto de la sociedad civil que defienda los postulados de su formación es «bienvenido».

Olona, en la presentación de su fundación, descartó por completo presentarse a las elecciones autonómicas y municipales de mayo, pero dejó la puerta abierta a concurrir a las generales. Preguntado por esa posibilidad y por un hipotético perjuicio a la derecha por la fragmentación del voto, Buxadé ha respondido: «Más allá de derechas e izquierdas, todos aquellos que se unan contra las políticas de [Pedro] Sánchez son bienvenidos. Ahí va a estar Vox. No nos tiene que dar miedo la aparición de nuevos proyectos».

La propia excandidata de Vox en las elecciones andaluzas, ahora fuera del partido y de la política, reconoció ya que en su etapa como secretaria general del Grupo Parlamentario Vox en el Congreso lideró una proposición de ley para sustituir la norma contra la violencia de género por una contra «la violencia intrafamiliar». Tanto Olona como su antiguo partido coinciden en que no hay una violencia específica contra las mujeres por el hecho de serlo; postura que deja solo a Vox en el arco parlamentario.

La Fundación Igualdad Iberoamericana prepara, sin embargo, un proceso de recogida de firmas —necesita 500.000— para llevar al Congreso una iniciativa legislativa popular contra «la ideología de género». Deberá ser más amplia que la de Vox, porque no se puede registrar una iniciativa igual a una ley que ya se haya debatido en la Cámara Baja en la misma legislatura —la de Vox, con Olona todavía en el partido, no superó la toma en consideración ante el Pleno—. Olona nombrará un representante en cada provincia para recabar apoyos, en una primera acción con la que pretende volver al Parlamento desde fuera de la política. «No podemos desconocer que el pueblo tiene una voz propia», dijo el viernes.

Fuentes del Grupo Parlamentario Vox consideran que la intención de Olona es testar el respaldo que tiene para comprobar si hay agua en la piscina antes de lanzarse a encabezar una candidatura a nivel nacional. De ahí que inicie una recogida de firmas, requisito que también se exige para presentarse al Congreso en caso de partidos políticos sin representación.

Estas fuentes, además, señalan el riesgo que existe de que unos pocos votos a Olona sean insuficientes para que ella obtenga representación, pero sean además perjudiciales para el bloque de la derecha frente a la izquierda. En provincias en las que el último escaño esté en disputa entre el PP o Vox y PSOE, Unidas Podemos o nacionalistas periféricos, advierten estas fuentes, unos centenares de votos a la exdiputada de Vox podrían decantar la balanza hacia la izquierda.

Esta es una posibilidad que también maneja Olona, quien el viernes lanzó un compromiso público: tomar cualquier decisión sobre concurrir a unas elecciones generales con «sentido de Estado» y siempre que su «irrupción» no ponga «en peligro» el «equilibrio necesario» para formar un gobierno alternativo al de Sánchez con Unidas Podemos y el apoyo de independentistas. En un año, la margarita que deshoja Olona ya no tendrá más pétalos que arrancar.