Tezanos oculta el coste de la encuesta sobre la carta de Sánchez

Las dudas se ciernen sobre el CIS, al que le llegan solicitudes de transparencia también desde la ciudadanía. Una consulta reclamaba al instituto público que diese a conocer el coste del sondeo exprés sobre la carta de Pedro Sánchez en la que amagaba con dimitir tras la investigación a su mujer, Begoña Gómez, por presunto tráfico de influencias. En la resolución de la Presidencia del CIS, a la que ha tenido acceso ABC, el organismo se limita a justificar por qué no puede desglosar la cuantía pagada por la encuesta, realizada en plena campaña de las catalanas.

Según argumenta el CIS, el coste de los estudios que realiza «no puede ser determinado de forma específica para cada estudio» por incluir «diversos conceptos directos e indirectos» e implicar tanto la actuación de personal del propio organismo como de la empresa pública Tragsatec, que se encarga de los trabajos de campo, la codificación de los resultados, el registro y la tabulación de los datos, la 'anonimización' de los datos, la preparación de las tablas para su publicación, gestión administrativa, etcétera.

El organismo demoscópico añade, en su difusa respuesta, que el coste de muchas tareas varía en cada estudio en función de factores como el número de preguntas, la duración de las entrevistas o su dificultad. El instituto no ofrece ni siquiera un cálculo aproximado de lo que costó al erario público preguntar en plena campaña electoral por la misiva de Sánchez.

«Por todo lo anterior, no puede determinarse un coste concreto y específico para uno de los estudios realizados por este organismo, debido a que cada estudio conlleva un gran número de actuaciones y costes fijos y variables. En el marco del encargo que este organismo tiene formalizado con la empresa pública Tragsatec no existe una división de coste por encuestas o estudios, sino que es comprensivo del total de trabajos que dicha empresa realiza, y por tanto la forma de facturación no es unitaria por estudio o encuesta», justifica el CIS.

El organismo, de hecho, remite al presupuesto aprobado en las Cortes para determinar «los costes generales de funcionamiento de un servicio administrativo» y, también, a la página web del CIS, donde, dice, anualmente se recoge una memoria de actividades en la que se explica cómo se organiza el presupuesto. Ni un solo detalle sobre la cuantía económica que puede suponer una encuesta exprés por un asunto de máxima actualidad.

El sondeo 'flash' que realizó el CIS ya le supuso un varapalo de la Junta Electoral Central (JEC) a Tezanos por vulnerar la prohibición de hacer encuestas en periodo electoral sin informar previamente al órgano rector de los procesos electorales en España. El presidente del CIS llegó incluso a acusar de mentir a este periódico por informar en su portada del expediente sancionador abierto por la JEC, que terminó sancionándole con 3.000 euros por infringir la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg).

Tezanos, aparte de las preguntas teledirigidas sobre la carta de Sánchez, preguntó por intención de voto en unas hipotéticas elecciones generales. Por supuesto, el PSOE quedaba por delante del PP, igual que sucedió en otra encuesta días después de las europeas, en las que los populares se habían impuesto por cuatro puntos porcentuales.

El presidente del CIS, volviendo a la primera encuesta, argumentó que no preguntaba por intención de voto en unas autonómicas catalanas -y en ese momento la campaña se circunscribía a ese ámbito- y que unos resultados nacionales no tenían por qué afectar en el desarrollo de unos comicios regionales. La JEC no le perdonó la multa.