Tamames censurará al Gobierno por «chavista» y a Yolanda Díaz, por «sindicalista vertical»

En el apartado 11 del mismo (el texto está estructurado en una treintena de capítulos), titulado «el Ministerio de Trabajo es patronal y sindicato al mismo tiempo», Tamames arremete sin mencionarla por su nombre (a la espera de lo que haga en el debate) contra la vicepresidenta segunda, ya que a su juicio «pretende gobernar a los sindicatos» dado, argumenta el catedrático de economía, que «va por delante con la llamada en economía del trabajo defensa heteronómica de los trabajadores: la misma del sindicalismo verticalista que el régimen anterior imponía. Que hoy se haga casi lo mismo, es ir en contra del artículo 28 de la Constitución, que configura el libre sindicalismo».

Como ejemplo de ello, pone la reciente subida por decreto del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 1.080 euros mensuales en catorce pagas, lo que para el candidato de Vox supone también «un golpe a la línea de flotación de casi todos los pequeños y medianos negocios».

Noticia Relacionada

Ramón Tamames, tras conocer la filtración de su discurso: «Es una perversidad»

M. Martínez

El candidato de la moción de censura no pudo contener el asombro al enterarse de la publicación, aunque horas más tarde asegura que se trata de una versión «muy preliminar»

Otro aspecto en el que Tamames centrará sus críticas al Ejecutivo es en el control del precio de los alimentos que propone Unidas Podemos en el seno de la coalición, y que para el antiguo dirigente del Partido Comunista de España (PCE) está en «la senda del racionamiento», lo que equipararía a nuestro país al «chavismo» de Venezuela. Algo que el autor de 'Estructura Económica de España' explica así: «Porque cómo van a distribuirse esas cestas de productos entre los ciudadanos: necesariamente tendrá que haber un control burocrático, unas cartillas para anotar tales remesas».

Otro de los aspectos en los que Tamames sustenta su censura a Sánchez –siempre a la espera de las palabras concretas que pronuncie en el Hemiciclo– se refieren al ámbito judicial. Así, el candidato propuesto por Santiago Abascal le reprochará al jefe del Ejecutivo haber hecho «lo inimaginable» para controlar tanto el Tribunal Supremo (TS) y el Tribunal Constitucional (TC), como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Aunque a continuación explica que «el control no ha podido ser total», citando para ello la resolución del TS en febrero revisando las condenas a los responsables del procés, por la que se mantiene la inhabilitación para cargo público al líder de ERC, Oriol Junqueras, hasta 2031, pese a la reforma del código penal pactada con los independentistas que suprimió el delito de sedición. Una actuación que glosa así el discurso: «La decisión del TS, tomada por unanimidad, es señal de que todavía hay jueces en Potsdam, en contra de la pretensión del rey Federico II de Prusia, llamado El Grande, de que el Estado era suyo». En ese ámbito, el judicial, Tamames propone que los cargos en los altos tribunales sea vitalicios.

El discurso redactado para la moción, trufado de documentación proveniente de artículos de las principales cabeceras nacionales, incluido ABC, que podrían no ser citadas de viva voz en el Parlamento, defiende el sistema penal español como «ejemplar» e incluso «de los mejores del mundo».

Un preludio de la crítica a la ley del 'solo sí es sí', que no duda en definir como «chapuza» ante los centenares de casos de rebajas de condena de agresores sexuales conocidos este invierno. Y en ese contexto, Tamames explica el devenir de la iniciativa del PSOE para reformar esa norma, que en su toma en consideración el pasado día 7 salió adelante con el voto a favor del PP y en contra de Unidas Podemos. La fecha de ese debate le sirve al economista para aludir al 8-M, planteando una interpretación de la elección de ese día para el debate: «Se supone que para festejar el final de la larga tragicomedia en la gran manifestación pro Gobierno del día siguiente, 8 de marzo, fecha memorable de 2020, en que se produjeron decenas de miles de contagios del Covid-19», concluye.

Obviamente, uno de los aspectos que más interés suscita del discurso es saber en qué coincide y en qué no con Vox, el grupo que le presenta como candidato a la moción de censura. El candidato avala la tesis de los de Abascal que vincula inmigración irregular con delincuencia.

Tras detallar un aumento en los delitos tanto de narcotráfico como sexuales o de otra índole, concluye que «esa elevación de la criminalidad es resultado en gran parte de las políticas que permiten una inmigración muchas veces descontrolada». Y no duda en poner como ejemplo el asesinato en enero de un sacristán en Algeciras por parte de un marroquí con orden de expulsión, o los sucesos sangrientos que se han sucedido en Madrid con bandas latinas. Al mismo tiempo, y citando al Papa Francisco, clama que el Mediterráneo «no puede seguir siendo sepultura de miles de náufragos de pateras», para lo que propone una «inmigración ordenada». Asunto ante el que diagnostica que «la pereza legislativa de la UE y la falta de reacción de su Gobierno no pueden ser aceptadas por más tiempo».