Sumar amenaza con denunciar a Podemos por transfuguismo

La palabra maldita de la política, la que se ve igual de fea a derecha o izquierda, salpica estos días el corazón de Sumar, donde escuece el adiós de Podemos por muy esperado que fuera. Ayer, seis días después del anuncio de la escisión, Ernest Urtasun –portavoz de la coalición y ministro de Cultura– dejó entrever por primera vez en público que el movimiento de los morados podía ir contra el Pacto Antitransfuguismo firmado por la mayoría de los partidos políticos y que en 2020 añadió una adenda a la que se agarran los dos implicados.

Fue el propio Urtasun el encargado de leer ese texto durante su rueda de prensa de ayer. Párrafo añadido, por cierto, a petición de Podemos e Izquierda Unida en 2020. «Esta adenda establece de manera muy clara lo que es transfuguismo», señalaba el portavoz. Se refería al párrafo con el que los morados buscaron relegar a Teresa Rodríguez, por entonces portavoz morada en el parlamento de Andalucía y que señala que «se entiende por tránsfugas a los y las representantes locales, autonómicos y estatales que, traicionando al sujeto (partido político, coaliciones o agrupaciones de electores) que los y las presentó a las correspondientes elecciones, hayan abandonado el mismo, hayan sido expulsados o se aparten del criterio fijado por sus órganos competentes». Siguiendo este texto, Urtasun lanzó la pelota al tejado de Podemos. «Son ellos quienes tendrán que decidir si es transfuguismo», aunque a su entender «el espíritu y la letra es claro» y este tipo de prácticas no pueden quedar impunes. «Es algo que no se puede premiar en nuestro país», dijo.

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Preguntado sobre si Sumar llevará a Podemos ante la Comisión de Seguimiento del pacto contra el transfuguismo, Urtasun afirmó que lo están «estudiando» y que tomarán la decisión «en los próximos días». Sería un movimiento para la galería, pues apenas tendría consecuencias punitivas para los de Ione Belarra.

Podemos, por su parte, se siente feliz estos últimos días en los que ha recuperado parte del protagonismo perdido en la izquierda. Su salida al Grupo Mixto, además de devolverle independencia a la hora de votar en el Congreso, le permite arrogarse la importancia de vetar cualquier iniciativa del Gobierno. Algo que no parece probable, pero que quieren hacer valer en los próximos meses. Sobre todo, para sentirse interlocutor válido para el PSOE. «Queremos pasar página. Si otros quieren hablar de otras cuestiones no nos van a encontrar. Nosotros estamos centrados en mejorar la vida de la gente», señalaba ayer Pablo Fernández, portavoz de Podemos, al ser preguntado por la amenaza de Sumar de llevarles ante el Pacto Antitransfuguismo.

«Rechazamos de plano estas acusaciones. Les invito a que lean el pacto y la adenda tercera que es clara. Quien no lo quiera ver es que no tiene la voluntad de verlo», apuntó, en un día complicado para la formación morada, que vio cómo dos de los miembros de Consejo Ciudadano Estatal –Roberto Sotomayor (candidato a la alcaldía de Madrid) y su número dos, Carolina Alonso– dimitían ayer de sus cargos y abandonaban el partido.