El sobrino de Tito Berni, «disgustado» por sacar menos tajada que su tío

Cuatro días antes de su detención, el pasado febrero, había sido proclamado como candidato socialista a la alcaldía del municipio de Antigua (Fuerteventura) en las elecciones del 28 de mayo. Ahora, se le atribuyen delitos de grupo criminal, cohecho y tráfico de influencias, entre otros, porque se presume que se benefició de mordidas de empresarios a cambio de gestiones favorables en su departamento.

También que no se trataba de cualquiera que tuviese una sociedad, sino de ganaderos y queseros de las islas que pasaban por situaciones de dificultad. Él sería consciente de esos problemas desde su posición de director general y, con Antonio Navarro Tacoronte como mediador en la ecuación y el añadido de tener un «tito» en el Congreso, conocido por ser asimismo ganadero en la región, ofrecía soluciones.

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En este contexto, el informe policial llama la atención sobre «el disgusto de la remuneración percibida por Fuentes Gutiérrez por sus 'servicios' en comparación con la obtenida por su tío». Cabe recordar que los investigadores trabajan en la tesis de que Fuentes Curbelo se llevaba mordidas de esos mismos empresarios y ganaderos a cambio de desplegar influencias en su favor. Y añade: «A raíz de ello y con el fin de aumentar su lucro, él y Navarro Tacoronte pactarían una actuación en solitario a fin de conseguir dinero».

La Policía lo señala en relación a una operación concreta con el ganadero Julián de Santa Bárbara Pérez Alonso, pero dejando claro que el plan que urdieron con él y por el que le sacaron 6.000 euros en efectivo sobre la marcha, «no se trataría de un simple hecho aislado, toda vez que el análisis de la información indica que habrían intentado también realizar esta misma operativa» sobre otro empresario majorero, Raúl de San Pablo.

Pérez Alonso está imputado porque realizó el pago, aunque las fuentes jurídicas consultadas por ABC no le dan mucho recorrido a su posible reproche penal. Era, en palabras de la Policía tras tomarle declaración, «una figura fácilmente convencible para acceder a las proposiciones ilícitas» del director general y el conseguidor de la trama.

Se trata de un ganadero que en ciernes de la jubilación se topó con que parte de sus terrenos eran zona especialmente protegida y debía proceder a su legalización para poder vender o legar la granja sin tener ni generar problemas a quien tomase las riendas. Le habían ya incoado un expediente. «Teniendo acceso a dicha información, el exdirector general facilitaría a Navarro Tacoronte los datos del ganadero para que se pusiera en contacto con este, concertar una cita y pedirle dinero a cambio de dicho favor», dice el análisis.

Una mañana se presentaron en su explotación acompañados además de otro de los empresarios imputados, que le ofrecía placas solares, y un joven ingeniero. Esa tarde, Taishet Fuentes y Navarro Tacoronte le citaron en una habitación del Hotel Eurostars Las Salinas y allí, el Mediador le pidió 50.000 euros por solucionarle el problema en presencia del director general y en mitad de una «constante insistencia de mantener en secreto las negociaciones al margen del líder de la organización», que es Tito Berni, según la Policía.

Ese afán de discreción llegó al punto de cerrar las ventanas de la habitación por si alguien escuchaba fuera. El ganadero declararía luego que le generó incomodidad porque el espacio estaba muy sucio. Quería irse. Finalmente, y tras pasar sin éxito por un cajero, el Mediador envió a un tercero a su casa para que recogiese 6.000 euros en efectivo que pactaron como primer pago por la gestión. Nunca tuvo recibo, como tampoco la legalización.

Ese tercero prestó declaración ante la Policía y ante la juez como testigo y contó que a Navarro se lo presentó su padre después de un encuentro casual. Se suponía que necesitaba ingenieros para unos proyectos y él, desde hacía poco, lo era. Acudió con el Mediador y el director general a la explotación de Pérez Alonso y, según señaló, ya de noche le llamó Navarro y le encargó que volviese a recoger un sobre y se lo llevase en mano al hotel en el que estaba.

Cuando llegó tras la gestión, «fue a la habitación» que le habían indicado y se encontró a los dos «de fiesta con chicas de compañía». «Entregó el sobre a Navarro delante de Taishet Fuentes y le pidieron que se quedara con ellos a tomarse una cerveza (...) y como ya era tarde, que se quede en el hotel». Según adujo, el plan, sumado al sobre y a que ni el contrato prometido ni el dinero que prestó al Mediador llegaban nunca, «empezó a sospechar que los negocios que se traían entre manos no eran limpios».

En cuanto a ese otro ganadero que apuntala la tesis de un plan paralelo del exdirector general a espaldas de Tito Berni, es testigo en la causa y en uno de los audios, que ya desveló este diario, el Mediador se descarga contra él. Aquello no acabó bien.

Según su declaración, «Navarro fue a visitarlo a su granja proponiéndole ayuda para solventar la pérdida de una subvención a cambio de que pagara la cantidad de 30.000 euros para poder utilizar la mediación de Taishet Fuentes», quien, en una cita concertada, aseguró «con un rotundo 'sí'» en su presencia que lo suyo, tenía arreglo. Nunca pagó porque «se asesoró legalmente siendo informado de que dichas pretensiones podrían ser ilícitas», dice el informe. Esquivó así acabar investigado como está Pérez Alonso.