¿Qué significa y qué supone llamar a consultas a un embajador?

Se trata de una medida extraordinaria, una herramienta diplomática que pone en jaque las relaciones entre sendos países. En este artículo te contamos en qué consiste exactamente llamar a consultas a un embajador y qué diferencia hay con simplemente convocarlo.

Llamar a consultas a un embajador es un acto diplomático significativo que puede tener varias implicaciones en las relaciones entre los países y puede definirse como un momento de extrema tensión en el que una futura ruptura de relaciones está en el aire.

Este acto se realiza cuando un gobierno requiere que uno de sus embajadores regrese temporalmente al país para discutir asuntos urgentes o preocupantes con los responsables gubernamentales y de Exteriores. Es un paso que refleja la seriedad de la situación y puede ser utilizado para expresar descontento, revisar estrategias o presionar al país receptor.

En otras palabras, una manera formal y protocolaria de mostrar que algo no está bien en las relaciones bilaterales, en peligro tras un hecho concreto.

Aunque una llamada a consultas no implica una directa ruptura de relaciones entre los dos países, es una medida de presión ante un desacuerdo grave o crisis y sirve de advertencia o señal de que se necesitan discusiones serias o posibles cambios.

La diferencia entre llamar a consultas y simplemente convocar al embajador de turno es importante y reside precisamente en la relevancia o el potencial daño del hecho acaecido que ha llevado a tomar esa decisión.

Si un gobierno convoca a su embajador es porque ha ocurrido algo que quieren discutir con detenimiento pero que no alcanza la gravedad necesaria como para llamarle a consulta.

En este caso, desde el Gobierno de Sánchez consideran que las palabras de Milei han pasado la raya de lo aceptable, lo que deriva en la llamada a consultas de la embajadora y en una más que tensa situación entre España y Argentina.