El sicario del ataque contra Vidal-Quadras iba a matar otra vez cuando fue detenido

Con la detención de este sicario, son ya seis los arrestados por el atentado sufrido por el veterano político, dos de ellos en Países Bajos, y queda desmantelada buena parte del entramado criminal que lo planeó y ejecutó. Las pesquisas policiales, tal como publicó este periódico, han confirmado que se trató de un intento de asesinato perpetrado por elementos de la Mocro Maffia contratados por individuos relacionados con el régimen iraní. Una pista que abrió la propia víctima nada más producirse el ataque.

La identificación de Ayari como autor de los disparos fue posible gracias a las cámaras de seguridad de la zona donde se produjo el ataque, en la calle de Núñez de Balboa. Aunque en el momento de los hechos llevaba casco, se le identificó días antes por la zona. Entonces iba a cara descubierta. Nada más ser identificado se pidió ayuda a la Policía francesa, sobre todo al descubrirse que tenía un asesinato a sus espaldas en ese país, relacionado con el narcotráfico y perpetrado en 2022. Según adelantó 'Le Monde', los agentes galos que llevaban ese caso habían registrado la casa familiar del sicario en Villejuif sólo dos días antes del ataque de Madrid. Intervinieron a su hermano un teléfono móvil en el que se hallaron pistas de su implicación en el caso de Vidal-Quadras, la más importante un vídeo donde se veía al exlíder del PP en Cataluña en la manifestación del 29 de octubre contra la amnistía celebrada en la Plaza de Colón.

Las fuentes consultadas por ABC destacan, no obstante, que aún hay más individuos implicados en el atentado, por lo que se esperan más detenidos. En concreto, hay un sujeto del máximo interés policial por su íntima relación con Mehrez Ayari. Se trata del marroquí Bekal Bounouare, que huyó de España el día antes de los hechos. Además mantuvo contacto con el sicario en las horas claves del ataque, por lo que la Policía está convencida de que tiene muchas claves del caso.

Hasta el 6 de junio seis personas habían sido detenidas por estos hechos, una de ellas también en Países Bajos. De hecho, el último arresto se produjo a finales de abril en ese país y la implicada era una mujer de esa nacionalidad pero de origen magrebí. Está acusada de participar en la financiación y planificación del asesinato.

Antes de ella, en enero pasado, fue arrestado Greg Oliver Higuera Marcano, de nacionalidad venezolana, cuando intentaba entrar en Colombia. Sobre este individuo pesaba una orden internacional de busca y captura, ya que estaba plenamente identificado desde que se produjo la primera fase de la investigación, que acabó con tres detenidos. En concreto, Higuera Marcano estaba conectado con el individuo detenido en Fuengirola (Málaga) como planificador del crimen. Su implicación en el intento de asesinato sería haber intervenido en la compra de la motocicleta utilizada en el crimen (dio el dinero a otro de los detenidos para que lo hiciera) y algunas fuentes aseguran que además facilitó la contratación del autor del disparo.

Antes, a mediados de noviembre del año pasado, ya se habían producido otras tres detenciones. Se trataba de dos hombres españoles y una mujer, británica y pareja de uno de ellos, que fueron arrestados en Fuengirola y Lanjarón (Granada).

El detenido en esta última localidad, Naraya Gómez Mala, está considerado organizador del asesinato por encargo. Las cámaras de seguridad lo grabaron cerca del lugar de los hechos días antes del crimen. El otro detenido, Adrián R., albañil de profesión y en situación de paro, compró la moto utilizada en el atentado a cambio de 500 euros y la mujer, pareja del cabecilla, quedó en libertad sin que esté clara su relación con los hechos.

Aunque la Comisaría General de Información ha conseguido arrestar ya a buena parte de los implicados en la trama criminal del atentado va a resultar mucho más complicado detener a los 'autores intelectuales'; es decir, los que hicieron el encargo. El núcleo duro de los que lo perpetraron son profesionales del crimen organizado, miembros de una organización muy poderosa como es la Mocro Maffia, a los que va a ser muy complicado sacar cualquier información sobre las personas concretas que les pidieron hacer el trabajo.

En este sentido, tal como adelantó ABC a principios de mes, la actuación del crimen organizado en España a instancias de servicios de Inteligencia de países hostiles es un fenómeno nuevo y una amenaza importante para la seguridad nacional, que es visto con mucha preocupación por los especialistas de Información e Inteligencia. Además del caso de Vidal-Quadras, hay que recordar el asesinato en Villajoyosa (Alicante) del piloto de helicópteros ruso que desertó del Ejército de ese país y que, tras huir a Ucrania, comenzó a residir en España. En febrero del año pasado fue tiroteado por un sicario a la puerta de su edificio por encargo de los servicios de Inteligencia rusos.

No es la primera vez que el régimen iraní utiliza a elementos mafiosos para conseguir sus objetivos e incluso en enero pasado se conoció que los Gobiernos de Estados Unidos y el Reino Unido impondrían sanciones contra una organización denominada Zindashti, encargada de cometer asesinatos y secuestros de opositores iraníes en el exterior. Ese grupo, con presencia en varios países, está dirigido por el narcotraficante Naji Ibrahim Sharifi Zindashti. Está formado por elementos del crimen organizado y opera a las órdenes de los servicios de inteligencia del régimen de Irán.