¿Dónde estaban hace cuatro años los candidatos a la Presidencia de la Junta de Andalucía?

Juanma Moreno (PP), Juan Marín (Ciudadanos), Inmaculada Nieto (Izquierda Unida) y Teresa Rodríguez (Podemos) ocupaban un escaño en el Parlamento de Andalucía. Juan Espadas (PSOE), en cambio, estaba en el tramo final de su primer mandato como alcalde de Sevilla, gobernando en solitario con el apoyo externo de IU y Participa Sevilla (la marca local de Podemos).

Un apunte más. Sólo Macarena Olona , la candidata de Vox, hacía carrera al margen de la política como secretaria general de la empresa pública participada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y el Ministerio de Agricultura, antes de ser destituida por el Gobierno de Pedro Sánchez.

De la mano de este imaginario DeLorean viajamos, pues, a mayo de 2018 para saber dónde estaba cada candidato.

Habían pasado ya cuatro años desde que el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, pronunció aquellas palabras proféticas, « Tú lo has querido, Juanma », en el Congreso de la formación en Sevilla en el que se entronizó a Juanma Moreno Bonilla. En mayo de 2018, ejercía como jefe de la oposición, en una carrera de fondo que tenía como meta el Palacio de San Telmo. Todavía Pablo Casado no había llegado a la Presidencia del PP nacional, aunque la apuesta de Moreno en el congreso para suceder a Rajoy era la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

Ninguna encuesta previa al día de las votaciones daba a Moreno opciones de gobernar en Andalucía e incluso se especulaba con un 'sorpasso' de los liberales de Albert Rivera, en la cresta de la ola, a los populares. En el PP tampoco confiaban en una carambola como la que se produjo el 2 de diciembre de 2018, cuando la suma del PP, Ciudadanos y Vox -con su inesperado ascenso- sumaban más escaños que las izquierdas. La historia habría sido distinta para él si no se hubiese convertido en presidente de la Junta con sólo 26 escaños.

En mayo de 2018, el actual candidato a la Junta y secretario general del PSOE andaluz , Juan Espadas Cejas era el hombre que había recuperado la Alcaldía de Sevilla para el PSOE , después de los cuatro años de mandato del popular Juan Ignacio Zoido. Espadas, que había sido consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía con los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán (2008-2010), gobernaba en solitario con los apoyos de Izquierda Unida y Participa Sevilla (marca blanca de Podemos).

Siendo un desconocido para buena parte de los militantes fuera de Sevilla, se impuso a la entonces secretaria general del PSOE andaluz en las elecciones primarias celebradas en junio de 2021. Inauguraba así un nuevo ciclo en el socialismo andaluz, bajo la batuta de Díaz desde 2013, a la que luego relevaría en la secretaría general del PSOE-A. Con la expresidenta de la Junta enfrentada con Pedro Sánchez, Espadas llegó para pacificar el partido y articular un nuevo proyecto que permitiera al PSOE recuperar el Gobierno andaluz. El primer asalto lo librará el 19J.

Hace cuatro años, el actual vicepresidente de la Junta y candidato de Ciudadanos todavía era el aliado parlamentario de Susana Díaz , a la que había apoyado en su investidura como presidenta en 2015. Con Juan Marín como portavoz de los naranjas en el Parlamento andaluz, los socialistas sacaron adelante tres Presupuestos de la Junta.

En septiembre de 2018, Albert Ribera y Marín acusaron al PSOE incumplir el acuerdo de investidura porque no había suprimido los aforamientos. No había creado una oficina contra el fraude y la corrupción ni ha limitado el número de mandatos del presidente de la comunidad. Tampoco ha desmantelado «las redes clientelares». Llegados a este punto, se produce una ruptura. El 8 de octubre de 2018, Díaz anuncia la convocatoria de elecciones anticipadas para el 2 de diciembre siguiente.

A mediados de 2018, la portavoz adjunta y secretaria del Grupo Vox en el Congreso era abogada del Estado en Mercasa, una empresa pública sumergida en una causa de supuesta corrupción en la que se investigaba a sus directivos, cargos vinculados al PSOE y el PP, por el presunto reparto de comisiones ilegales por un total de 20 millones de euros . Sus pasos no la habían conducido todavía hacia el partido de Santiago Abascal, que le ha encomendado la tarea de entrar en el Gobierno andaluz en las próximas elecciones autonómicas.

Desde su puesto en Mercasa, la hoy candidata hace cuatro años estuvo indagando en presuntas irregularidades en la concesión de ayudas públicas. En 2012 fue nombrada abogada del Estado en Vizcaya y al año siguiente era promocionada como letrada jefe en la Delegación del Gobierno, donde se dedicó a sacar a la luz casos de corrupción en el País Vasco. En octubre de 2018, días antes de la fecha en que había sido citada por el juez de Audiencia Nacional para que declarase sobre la trama corrupta que afectaba a Mercasa, el Gobierno de Sánchez decidió relevarla.

Hace cuatro años, la algecireña Inmaculada Nieto, candidata de la confluencia de izquierdas 'Por Andalucía', ocupaba un escaño en la Cámara autonómica por Cádiz. Era portavoz adjunta del grupo de Izquierda Unida y responsable de Política Institucional de IU Andalucía y diputada por Cádiz. Relevó a Antonio Maíllo como portavoz del grupo de Adelante Andalucía tras la marcha de éste en junio de 2019. Es diputada desde el año 2012 y ha sido, entre otras, ponente de la Ley de Función Social de la Vivienda y de la Ley de Memoria Democrática de Andalucía.

La candidata de Adelante Andalucía a la Presidencia de la Junta era la cara y la voz de Podemos en la comunidad autónoma. Coordinadora general de Podemos Andalucía , tras la convocatoria de las autonómicas en 2018, se convirtió en cabeza de cartel de la confluencia de Podemos e IU, Adelante Andalucía, marca con la que ahora se presenta a los comicios de nuevo.

Tras su ruptura con Pablo Iglesias y la escisión del grupo parlamentario, Teresa Rodríguez pasó a ser diputada no adscrita en la Cámara autonómica. Rodríguez y otros ocho diputados afines a ella fueron expulsados del grupo parlamentario en medio de acusaciones de «transfuguismo» , que dieron pie a una guerra de guerrillas que saltó incluso a las redes sociales. Por esta razón, la dirigente de Anticapitalistas se sintió 'traicionada' por el entonces líder nacional de Podemos.