El Senado y Baleares activan comisiones de investigación sobre el caso Koldo

En su regreso al Senado, que no visitaba desde el 16 de mayo de 2023, Sánchez no citó en ningún momento a Koldo García ni hizo referencia a la trama de corrupción que salpica a varios ministerios, expresidentes socialistas autonómicos y secretarios de Organización del PSOE. Silencio que habrá que ver si el presidente extiende el miércoles en el Congreso, donde el Partido Popular volverá a cuestionarle por las ramificaciones de la operación Delorme. Fue Alicia García, portavoz del PP en el Senado, la encargada de interpelar a Sánchez. Era su primer cara a cara y la popular sacó toda la artillería. Primero con la amnistía —«la última vez que vino aquí, no cabía en la Constitución y Puigdemont era la derecha supremacista y no un moderno progresista como ahora», le espetó— y luego con la corrupción. Preguntas que encontraron la callada por respuesta. Se dedicó el presidente a recitar una serie, larga, de medidas puestas en marcha por su Gobierno en estos primeros cien días de legislatura. Logros que le llevaron tanto tiempo que apenas se dejó unos segundos para la réplica, en la que tampoco habló de amnistía o corrupción.

Sí tendrá que hacerlo, como dejó entrever García, en la comisión de investigación que el Senado ha aprobado este martes y que se pondrá en marcha en las próximas semanas. Espacio que servirá, exclusivamente, para esclarecer los hechos ligados a los contratos entre las administraciones públicas y la trama ligada a Koldo García, además de las ramificaciones de la denominada operación Delorme. Ámbito determinado por el Partido Popular y que fue el principal reproche de la mayoría de formaciones. Porque, aunque votaron a favor de la creación por unanimidad, la mayoría le echó en cara al PP no haber ampliado el objeto de la investigación a otras administraciones, principalmente para tener la excusa de llamar a comparecer a Isabel Díaz Ayuso, inesperada protagonista este martes en la Cámara Alta por la investigación de la Fiscalía contra su pareja por un supuesto fraude fiscal.

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El debate que desembocó en la aprobación de la comisión fue bronco. No solo por los reproches del PSOE y sus socios de Gobierno, sino por el enganchón que tuvo un senador de Bildu con la bancada popular. «Ustedes dedican más tiempo a delinquir que a dirigir los ayuntamientos donde tienen responsabilidades», señaló Josu Estarrona, lo que provocó el enfado del PP. Uno de sus senadores, Miguel Ángel Castellón Rubio, le dijo que «entonces usted es un asesino». Frase que sentó peor entre los socialistas que en el propio representante de Bildu. Tuvo que calmar los ánimos como pudo el presidente de la cámara, Pedro Rollán, para que continuara el pleno, aunque ya había quedado claro que la comisión, a pesar de concitar unanimidad para su creación, esconde detrás un cisma evidente que se hará mayor cuando se ponga en marcha y se defina un plan de trabajo.

La tónica marcada por Sánchez en el Senado fue la misma que la de la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, en la rueda de prensa semanal posterior al Consejo de Ministros, donde arremetió contra Ayuso, incluso con sarcasmo, pidiendo «más transparencia y menos fruta», en alusión a la célebre expresión que la presidenta madrileña dijo haber pronunciado en su día en la tribuna del Congreso cuando fue sorprendida con un gesto de desaprobación hacia Sánchez, después de que el presidente citase el caso de su hermano, archivado por las Fiscalías Europea y Anticorrupción. Igualmente, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se detuvo ante la prensa a la salida del salón de plenos del Senado para arremeter contra Ayuso, de la que dijo literalmente que debe explicar si «está viviendo en un piso que se pagó con fraude a la Hacienda Pública y con las comisiones respecto a las mascarillas en la peor situación de pandemia que tuvo este país».

En el Parlamento de Baleares los votos del PP y Vox permitieron aprobar la comisión sobre los 3,7 millones de euros que pagó el Gobierno de Francina Armengol (PSOE), hoy presidenta del Congreso, por un lote de millón y medio de mascarillas a la trama corrupta vinculada al asesor del exministro José Luis Ábalos. Los socialistas baleares, liderados aún por Armengol, se abstuvieron. Lo hicieron tras pedir que se investigue todo el contrato desde el inicio hasta la actualidad, ya que insisten en que es el actual Gobierno balear (PP) «quien tiene que dar explicaciones y decir cómo está el expediente de reclamación» porque, según Iago Negueruela, exportavoz del Gobierno autonómico, su partido «ya ha dado todas las explicaciones».

«Participaremos pero no en una caza de brujas sesgada ni de un mero circo. Buscaremos los hechos, todos, no sólo los que llegan al 6 de julio porque el expediente está vivo», aseguró Negueruela, que preguntó a Vox de qué lado quiere estar, si del de la verdad o del de proteger y tapar lo que ha sucedido a partir del 6 de julio. El socialista argumentó que querían votar 'sí', pero que para ello necesitaban el compromiso de que la presidenta balear, Marga Prohens, compareciese en la comisión. La portavoz de Vox, Idoia Ribas, respondió a los socialistas asegurando que la comisión de investigación que pide su formación en relación con el caso Koldo solicita explicaciones «a cualquier persona que pueda estar relacionada» y que «no excluye el periodo en el que está gobernando el PP». La iniciativa de investigar este contrato entre el Ejecutivo de Armengol y la firma Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas., ahora bajo sospecha, también contó con la abstención de los nacionalistas de Més, socios del PSOE en las dos anteriores legislaturas, pese a que desde el primer momento se han desvinculado de la gestión de los socialistas con esos contratos.