Sánchez rompe en su quinta oportunidad el techo que heredó tras la debacle de Zapatero
El PSOE no superaba el 30% el voto desde la última victoria del expresidente
El próximo año, 2024, se cumplirá una década de la llegada de Pedro Sánchez, por vez primera, a la secretaría general del PSOE, y dado el resultado de las elecciones generales de 2023, que contra los pronósticos le dan opción de seguir en ... la Presidencia del Gobierno, la efeméride bien podría cumplirse con su protagonista aún en el cargo. Sánchez heredó una formación con graves dificultades, históricas incluso, dentro de una gran crisis general de la socialdemocracia en Europa. Y visto en perspectiva, diez años después, no hay duda de que ha logrado reflotar la nave.
El PSOE que heredó de manos del fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba, tras vencer en las primarias a Eduardo Madina, arrastraba una pérdida de apoyo ciudadano como nunca había visto el centenario partido desde la instauración de la democracia en 1977. En marzo de 2008, José Luis Rodríguez Zapatero revalidaba su mandato como presidente ganando las elecciones con más de once millones de votos, el 43%, no demasiado lejos, incluso, del histórico 48% de Felipe González en la mayoría absoluta de 1982.
Apenas tres años y una crisis económica después –negada por el entonces jefe del Ejecutivo hasta que fue demasiado tarde– los socialistas concurrían con Rubalcaba como solución de emergencia, tras la renuncia del propio Zapatero, y perdían las elecciones cayendo hasta el 28% de los sufragios, mientras que Mariano Rajoy lograba una mayoría absoluta con el 44% de las papeletas. Y eso que todavía no había llegado la fragmentación política de años después, que supuso una amenaza inédita para el PSOE, con Podemos rozando el sorpasso tanto en las generales de 2015 como en las repetidas de 2016. «Lo que he sudado yo con el sorpasso», llegó a confesar Sánchez durante la pasada campaña electoral, en una entrevista radiofónica.
Evolución voto PSOE
Votos escrutados al 100%
123
28,67%
121
31,70%
120
28,25%
110
28,76%
Diputados
% sobre el voto
90
22,00%
85
22,63%
Nov.
Abr.
2016
2019
2019
2023
2011
2015
A. Pérez
Rubalcaba
Pedro
Sánchez
Ministerio del Interior / ABC
Evolución voto PSOE
Votos escrutados al 100%
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Diputados
% sobre el voto
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28,67%
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31,70%
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28,76%
90
22,00%
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22,63%
Nov.
Abr.
2016
2019
2019
2023
2011
2015
A. Pérez
Rubalcaba
Pedro
Sánchez
Ministerio del Interior / ABC
El panorama ahora es radicalmente distinto. El domingo Sánchez, en las quintas elecciones a las que se presentaba como candidato a la presidencia, logró romper el techo del 30% del voto del que su formación llevaba casi dos décadas por debajo. Y lo hizo, como él mismo recordó con orgullo en su comparecencia ante los simpatizantes la misma noche electoral en Ferraz, superando en «votos, escaños y porcentaje» el resultado de noviembre de 2019, después de una legislatura casi completa en el Gobierno, compartido en coalición con Podemos.
El PSOE ha ganado en ese periodo nada menos que un millón de votos, pasando del 28% de apoyos de hace cuatro años al 31,70%, y logrando además otro escaño más, de los 120 a los 121, después de que el recuento del voto Cera de residentes en el extranjero le quitase uno para dárselo al PP.
Todo ello en un momento en el que sus partidos europeos hermanos oscilan entre la irrelevancia casi absoluta, caso de Francia o el Pasok en Grecia, y niveles de apoyo muy inferiores al de los socialistas españoles, con excepciones como el SPD alemán, ahora en el Gobierno. El Partido Democrático de Italia, por ejemplo, quedó por debajo del 20% en las elecciones del año pasado, que auparon a Giorgia Meloni al poder.
Andalucía y Cataluña, un bimotor a medio rendimiento
Los principales caladeros de escaños cuando el PSOE ha obtenido grandes resultados han sido Andalucía y Cataluña, donde incluso los socialistas han llegado a ganar cuando el partido perdía en toda España. Ese bimotor aparece algo mermado ahora en Andalucía, donde los socialistas sufrieron dos importantes reveses en apenas doce meses.
Primero en las autonómicas de junio de 2022, que dieron al PP su primera mayoría absoluta en esa comunidad, y luego en las municipales del 28M, cuando los populares arrebataron a la izquierda los ayuntamientos de las ocho capitales de la región más poblada de España. El 23J el PSOE perdió cuatro escaños andaluces con respecto a 2019, pero subió algo en votos y mucho más con respecto a las autonómicas de 2022, del 24% al 33%, aunque por debajo de un PP que consagra allí su hegemonía.
Pero la otra mitad de ese bimotor electoral recupera casi su mejor versión. Un PSC crecido, después de su triunfo en las catalanas de 2021 y de haber recuperado en mayo la alcaldía de Barcelona (si bien gracias al apoyo del PP) arrasó en las provincias catalanas hace una semana. Los socialistas catalanes lograron 19 escaños, muy cerca de los 25 del año 2008 que fueron claves en la segunda victoria de Zapatero y más diputados que todo el independentismo junto. Más de 1.200.000 catalanes les votó, casi el 35% de quienes fueron a las urnas. Muy por delante del segundo, Sumar, con el 14%.
Sólo en Cataluña y Navarra el PSOE ganó en votos, en un mapa territorial teñido de azul por el PP, no en vano el ganador en votos y escaños de los comicios. En el resto los socialistas mantuvieron aproximadamente el nivel de apoyo del 28M. Entonces perdieron muchísimo poder territorial, pero no tuvieron un porcentaje de apoyos tan bajo ni lejano, a la postre, al de las generales.
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