Sánchez y Lula da Silva constatan sus «matices» distintos sobre la guerra de Ucrania en su primera reunión en Madrid
El presidente del Gobierno recibe en La Moncloa al mandatario brasileño
Lula viaja a España con su polémico plan de paz para Ucrania
Madrid
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Iniciar sesiónEl presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha entrevistado este miércoles en el Palacio de La Moncloa con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien pone en España fin a su gira europea, que le llevó a principios de ... esta semana a Portugal. Los gobiernos de ambos países han firmado tres acuerdos de cooperación, en materia laboral, de ciencia y de universidades, que por parte española han firmado los ministros del ramo, Yolanda Díaz, Diana Morant y Joan Subirats, en el salón Barceló del complejo presidencial.
Posteriormente, los dos mandatarios han protagonizado una comparecencia conjunta, concediendo dos únicos turnos de preguntas, uno a la prensa española y otro a los informadores brasileños desplazados. En un clima de cordialidad, los discursos de ambos han puesto de manifiesto su sintonía política general, fundamentalmente en cuestiones climáticas y de comercio internacional.
Aunque ninguno ha citado por su nombre al antecesor de Lula, Jair Bolsonaro, ha habido alusiones más que evidentes, sobre todo cuando ambos han reiterado que «Brasil ha vuelto», a las relaciones internacionales, o a la lucha contra el cambio climático y en contra de un «negacionismo ciego y suicida», como ha enfatizado el propio Sánchez.
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Pero el buen clima no ha podido ocultar algunas diferencias importantes, singularmente en lo referente a la guerra en Ucrania. Tanto, que Sánchez se ha visto obligado a reconocer que tiene muchos «matices» que hacer a la posición de Lula, después de que el mandatario brasileño haya presumido de no vender misiles a Alemania, de que en todo momento haya hablado de dos contendientes en la guerra por igual y de que haya evitado contestar, a preguntas de la prensa española, si Crimea y el Dombás deben ser considerados territorios ucranianos.
Lula ha abogado por un grupo de países que trabajen «para la paz» dado que «hay dos países en conflicto y ninguno cede», mientras que Sánchez ha vuelto a insistir, como ya dijera la semana pasada en el Congreso, en respuesta a sus socios de Unidas Podemos, que es importante escuchar y no ignorar el plan de paz del presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky. Para el presidente brasileño, «no sirve para nada decir quién tiene razón» porque lo importante, ha subrayado, es que «hay que parar la guerra». Además, ha señalado que, a su juicio, «en este conflicto no interesa hablar de paz».
En ese sentido, el mandatario brasileño ha lanzado un dardo a las Naciones Unidas, por considerar que no están haciendo lo suficiente. «Que me disculpe la ONU, pero ya tendría que haber convocado un periodo extraordinario de sesiones» ha señalado durante una larga comparecencia inicial, que ha contrastado por su duración con la de Sánchez, quien apenas ha empleado menos de diez minutos.
Lejos de adoptar un perfil bajo sobre la cuestión, Lula ha presumido incluso de no haber entregado armamento, como sí están haciendo los países europeos y de la OTAN, con el argumento de que «no tenemos que alimentar esta guerra». Una actitud que contrasta con el envío de equipamiento y el entrenamiento de militares ucranianos por parte de España, algo que el socio de coalición de Sánchez, Unidas Podemos, ha criticado desde la invasión de Vladimir Putin en febrero de 2022.
Lula, incluso, ha aludido de manera críptica al armamento nuclear que posee Rusia para reafirmar su posición. «Si no paramos la guerra, no sé lo que puede llegar a suceder, ya saben de lo que hablo, una desgracia mayor» ha concluido.
"El continente en el que está la guerra"
El único momento en el que ha sido menos tajante en su exposición es cuando ha adoptado un tono de empatía con la manera en la que se vive el conflicto en la Unión Europea (UE), dada la obvia distancia geográfica. «Yo entiendo el papel de la UE, Europa está en el continente en el que se está produciendo la guerra, tiene países importantes que tienen fronteras terrestres con Rusia. Y yo estoy a 14.000 kilómetros, es diferente. Por eso tengo una posición más cómoda. Todos estamos en contra de la guerra, pero la guerra está ahí, y la discusión sobre la guerra está errada».
En el último turno de palabra, Sánchez, que en apenas dos semanas se reúne con el presidente de EE.UU. Joe Biden en la Casa Blanca, ha querido poner énfasis en que Brasil «siempre» ha condenado en la Asamblea General de la ONU la invasión de Ucrania y que ha respetado siempre su «integridad territorial», aunque ha terminado admitiendo que «luego podemos tener nuestros matices. Yo los tengo, respecto a algunas cosas que ha dicho el presidente Lula».
Sintetizando su postura, el presidente español ha señalado como un hito «importante» el hecho de que Brasil haya dado «un paso adelante», con su propuesta de paz y también de que China «haya fijado un documento de posiciones», aunque al mismo tiempo Sánchez ha expresado que «es relevante que la comunidad internacional también tengan en cuenta cuál es la fórmula de paz que tiene el país que estña siendo agredido».
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