Sánchez y Lobato pactaron el candidato para Madrid para evitar unas primarias inciertas

Ya durante el verano Sánchez y Lobato, a quien Ferraz otorga un papel en la toma de decisiones por primera vez relevante desde hace años, empezaron a considerar que la primera opción tenía que descartarse. La Delegada del Gobierno, Mercedes González, tenía unos índices de conocimiento muy bajos. Y no se terminaba de ver su perfil como cabeza de cartel. Había que activar un plan B, que además sirviese para que el partido no se viese abocado una confrontación. La decisión de cambiar el paso del previsible nombramiento de González y apostar por una figura más potente se toma por dos dimensiones. Una interna y otra de competitividad externa.

En el plano interno, uno de los motivos para activar la alternativa es que se consideró que González no iba a calmar las expectativas internas y que no era descartable que se abriera un proceso de primarias de resultado incierto y probablemente traumático. «No se podía llegar a esa situación», reconocen en la cúpula en referencia a una competición en la que Mercedes González se hubiese tenido que enfrentar a las concejalas del Ayuntamiento, Mar Espinar, actual portavoz, y Enma López, con mucho tirón en las bases. Además de que consideran que se necesita un perfil «con un conocimiento de partida más elevado» por parte del electorado.

En ese escenario creen que González no habría ganado a ninguna de las dos y que la persona con más opciones habría sido López. Una figura que varias personas en la cúpula regional aseguran que estará en las próximas listas con toda seguridad. «Será parte de la solución», dicen. Probablemente en las listas del Ayuntamiento. Aunque nada está cerrado en ese sentido. También Espinar tendrá su espacio. En el caso de González quizás su posición tenga que vincularse más con las elecciones generales de diciembre del próximo año. En las listas tendrá un peso decisivo la opinión de Lobato como líder del partido en Madrid. Lo obvio no lo es tanto cuando se habla del PSOE de Madrid. El nuevo líder regional, en quien Ferraz confía para un proyecto que tendría su gran momento en 2027, prepara muchos cambios en la lista que formará el grupo parlamentario que lo acompañará en la Asamblea de Madrid.

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Sobre la dinámica de competición electoral, los socialistas vienen aseverando desde hace meses que sus datos sobre el alcalde José Luis Martínez Almeida no son buenos y abren la puerta a pensar en un cambio en el Ayuntamiento de Madrid. Se necesita además un perfil que tenga capacidad de atraer mucho voto de izquierdas.

La relación de fuerzas en el consistorio es muy desfavorable para el PSOE porque en las últimas elecciones la candidata de Más Madrid era todavía la alcaldesa Manuela Carmena. Más Madrid fue la fuerza más votada con 503.990 votos. El PSOE fue cuarta fuerza con 223.582 votos. Pero se asume que con Rita Maestre la correlación de fuerzas tiene que darse la vuelta. Con Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid no se hace ese diagnóstico. A ella se medirá el propio Lobato. Pero ahí las aspiraciones de gobernar no se contemplan. Hay en Moncloa quienes ven a la presidenta «más fuerte que nunca». Aunque el partido en Madrid sí piense que ha llegado al límite de su crecimiento electoral.

Las pocas personas que conocen el nombre del que será rival de Almeida ya trasladan un retrato robot: será un hombre o mujer que actualmente ocupa un puesto que deberá abandonar, que será reconocido por la militancia y que en ningún caso abandonará sus responsabilidades en caso de que el destino vuelva a ser la oposición. En otras palabras: no hay que esperar un paracaidista al estilo de Pepu Hernández. El nombre del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha sonado desde hace varios meses. Pero él se descarta y en niveles de decisión donde sí se conoce el nombre del candidato también lo hacen. Aunque en un partido que organizó la Operación Salvador Illa no se podrá descartar nunca nada del todo.

El otro nombre que más ha circulado es el del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Que podría encajar en el retrato robot. En los últimos días se piensa más en una mujer para «hacer ticket» con Lobato.

Casi todos los ministros han pasado por la silla de candidatable en Madrid. La primera fue la ministra de Defensa, Margarita Robles, que ya en 2019 quedó descartada. No parece encajar con ninguna de las premisas establecidas ahora ni con la prioridad de competir con Rita Maestre. También circuló antes y ahora el nombre de la exvicepresidenta Carmen Calvo. Las otras dos ministras que siempre se valoran en el partido en Madrid son la ministra de Industria, Reyes Maroto, y la de Justicia, Pilar Llop. De una se tiene una gran consideración por su trabajo ministerial. De otra, no tanto. Pero a ninguna de las dos se les presupone un gran tirón electoral. Aunque Maroto sí encaja en ese retrato robot.

Hasta el 21-22 de noviembre hay plazo según el calendario de primarias aprobado por el partido para presentar al candidato. Pero la decisión es hacerlo antes, en esas dos primeras semanas del mes. Lo que se garantiza ya sin ninguna duda es que no será una figura sin arraigo en el partido. Opciones como la del poeta Luis García Montero también se han difuminado.