Pedro Sánchez lanza a otra ministra para acallar a Lambán y someter al PSOE de Aragón

La también portavoz del Gobierno se convierte así en la tercera ministra socialista que Pedro Sánchez coloca al frente de una federación en este último mes. El pasado martes ya aupó a la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, al frente del PSOE valenciano al liderar la única candidatura al cargo presentada. Lo mismo ocurrió a principios de mes con el de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, gracias al cual Sánchez logra someter al PSOE madrileño tras la marcha de Juan Lobato.

Por no olvidar el conato de colonización a nivel local de la federación madrileña con Reyes Maroto. La exministra de Industria dejó el Ejecutivo central para convertirse en la candidata socialista al Ayuntamiento de Madrid e intentar disputarle la alcaldía al popular José Luis Martínez-Almeida en mayo del año pasado. Pero Más Madrid se consolidó como primera alternativa al PP en la capital.

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ABC

La postulación de Alegría al PSOE de Aragón no ha cogido a nadie con el pie cambiado y llega después de semanas mareando la perdiz. De hecho, todo el mundo en el socialismo aragonés esperaba el anuncio. La ministra portavoz del Gobierno, antes portavoz de Ferraz, venía prodigándose en su agenda sobre todo en las últimas semanas y en especial, los viernes, con la colocación de actos en su comunidad natal.

Pero la designación de la ministra no va a calmar las aguas en el PSOE de Aragón. De hecho, el ruido de sables en las familias de Zaragoza y Teruel se escuchan desde hace tiempo. Solo Huesca apoya abiertamente ahora mismo a la portavoz del Ejecutivo y es la que ha mantenido un cisma abierto con Lambán. Ayer no faltó tiempo para que salieran uno tras otro en cascada los diputados autonómicos y dirigentes más reconocidos para apoyarla sin fisuras.

Mientras, las reacciones han sido más frías entre los acólitos de Lambán. Las familias lambanistas reclaman un proceso de primarias abierto y libre, sin manipulaciones por parte del aparato en Madrid, que se tendría que poner en marcha el próximo mes de enero, y que culminase con la designación del nuevo candidato en el 18º congreso autonómico del PSOE, en el que se relevará al anterior presidente aragonés.

Lambán ya ha descartado a Alegría como su sucesora al frente de la federación de Aragón en múltiples ocasiones. Sin ir más lejos, la última, a finales de octubre. El barón socialista lanzó un dardo a la ministra, durante la presentación de sus memorias, perfilando cómo debía ser su sustituto: «Debería tener principios, no ser un simple ventajista», pronunció Lambán sin tapujos. Asimismo, critica que sea Ferraz quien imponga el destino de los aragoneses.

El enfrentamiento con Sánchez por decisiones como la ley de la amnistía y otras concesiones a sus socios separatistas ha pasado factura a las facciones lambanistas, desterradas y marginadas de cualquier toma de decisión importante por Ferraz. Y es que Lambán es conocido precisamente por ser, junto al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, una de las voces más críticas con Sánchez dentro del PSOE. A lo largo de este año su crítica hacia el presidente del Gobierno no ha hecho sino crecer. No acudió a la votación de la ley de Amnistía en el Senado en mayo para no ser «desleal», lo que le supuso un expediente sancionador del partido. Se ha mostrado asimismo muy crítico con el acuerdo fiscal con los independentistas catalanes que aupó en verano a Salvador Illa como presidente de Cataluña. Su última 'rebeldía', no asistir al Congreso Federal de Sevilla.

Pilar Alegría fue consejera del primer Gobierno de Lambán (2015-2019) y una de sus personas de confianza. Pero en 2019 la relación comenzó a resquebrajarse tras ser designada candidata a la alcaldía de Zaragoza . Fue entonces cuando la actual ministra se alineó con el sector sanchista del partido, cerrando el paso al de Lambán para imponer a los suyos en las listas electorales. Desde entonces, ya estaba claro que la zaragozana era la nueva apuesta de Pedro Sánchez para relevar al barón aragonés, que lleva años meditando su futuro político a la vez que lucha contra un cáncer de colon.

En febrero de 2020, Sánchez quitó a una lambanista como delegada del Gobierno en Aragón para colocar a Alegría. Año y medio después, consiguió hacerse hueco en La Moncloa, sustituyendo a Isabel Celáa como ministra de Educación. En el 41 Congreso Federal del PSOE, celebrado hace apenas veinte días en Sevilla, el presidente del Gobierno reforzó su posición dentro del partido, manteniéndola en su Ejecutiva. Fue en ese cónclave cuando amplió la cuota aragonesa en la cúpula federal de Ferraz, con la elección de la alcaldesa de Pedrola (Zaragoza), Manuela Berges, afín a Alegría, como vocal del área de Políticas Sociales, Mayores y Movimientos Sociales.

Antes susanista, ahora sanchista. La vida da muchas vueltas y Alegría supo cambiar de bando en el momento adecuado. Actualmente es uno de los miembros del Ejecutivo más valorados por Sánchez, pero en su día fue, junto a Eduardo Madina, la persona que en 2017 registró la candidatura de Susana Díaz a las primarias del PSOE.