Sánchez se centra en intentar revertir el vuelco del voto andaluz hacia el PP

La dirección de Juan Espadas es completamente leal a Moncloa y Ferraz. Demasiado a juicio de algunos importantes cargos del PSOE andaluz. Que ven a la dirección autonómica y a Espadas en particular «todavía acomplejados» ante la nueva realidad, traumática, para un partido que no entendía el ejercicio de la acción política al margen del ejercicio del poder institucional. La figura de Espadas está cuestionada. La mayoría absoluta de Juanma Moreno el pasado mes de junio fue un duro golpe para el PSOE en el conjunto del país.

En el sur el mayor activo del PSOE no va a ser su líder autonómico, sino los alcaldes que mantiene en cuatro de las ocho capitales de provincia. Con especial foco en el de Sevilla, Antonio Muñoz. ¿Y Sánchez? ¿Suma o resta en Andalucía? Pues depende de a quién se pregunte. Aunque derrotada, Susana Díaz logró el respaldo de casi el 40% de la militancia en el proceso interno. Ese dato interno y el evidente cambio de paradigma encabezado por Moreno Bonilla pinta un panorama complejo. Pero desde luego no estamos hablando de Castilla-La Mancha o Aragón.

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Sánchez carga contra Garamendi por negarse a la subida del SMI y le acusa de elitista e irresponsable

Gregoria Caro

El presidente confirma que el Consejo de Ministros aprobará el martes la subida del SMI a 1080 euros

Sánchez se mueve bien en Andalucía porque su equipo interpreta que su política económica y social puede echar raíces bien. Ayer en Málaga aprovechó para anunciar que la comprometida subida del Salario Mínimo Interprofesional de 1000 a 1080 euros se aprobará el próximo martes en el Consejo de Ministros. Y de paso reprochó al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ser elitista e irresponsable por negarse a la misma. «No se puede estar reclamando sacrificios salariales a los de abajo mientras hay un festín para los de arriba. En este país no puede haber dobles varas de medir», afeó Sánchez.

El PSOE entiende que la presencia de Sánchez en Andalucía es más necesaria que en otros feudos. Allí no hay presidente socialista. En los lugares donde sí lo hay, el rol de Sánchez puede ser otro. Ferraz ha dado de hecho más margen de acción a las campañas autonómicas y monitoriza con especial atención la municipal.

A excepción de sitios muy concretos como el citado caso de Antonio Muñoz, Óscar Puente en Valladolid o el histórico Abel Caballero en Vigo, el PSOE cree que el presidente es su mejor activo. Casualidad o no es lo que también cree el presidente del CIS, José Félix Tezanos, que en una reciente entrevista en La Vanguardia aseguró que Sánchez le aporta seis puntos adicionales a la intención de voto del PSOE.

La motivación del PSOE es clara: cortar en mayo, gracias a las 450 alcaldías que ostenta en Andalucía, el tránsito de voto hacia el PP que se experimentó en las autonómicas de 2022. Si eso no se logra y ese trasvase trasciende el voto autonómico y se consolida también para las generales, el PSOE tendrá muy complicado mantener La Moncloa.

Un alcalde socialista confiesa que su campaña necesita dos cosas: primero, que la gente entienda «que aquí no está votando a Moreno Bonilla» y segundo, que «baje el ruido» de la política nacional para que las políticas del Gobierno, que se defienden buenas para Andalucía, no queden eclipsadas por casos como la polémica de la ley del solo sí es sí o por los peajes que Sánchez ha concedido estos años fruto de su alianza con Podemos y los independentistas.