Sánchez, Calviño y Zapatero acaparan la precampaña de un PSOE descapitalizado

El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, guarda perfil bajo desde su conflicto en la fiesta madrileña del 2 de mayo, cuando intentó acceder la tribuna de autoridades a pesar de no estar invitado. La portavoz del PSOE y ministra de Educación, Pilar Alegría, no es una cara muy conocida. La de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, está volcada en la organización de la campaña. Y la titular de Política Territorial, Isabel Rodríguez, está limitada por sus funciones como portavoz del Gobierno y por el apercibimiento de la Junta Electoral por criticar al PP.

Calviño no solo es una de las ministras del PSOE más valoradas y reconocidas por su electorado, sino que además es un perfil de carácter moderado que también logra buena nota entre los votantes de la derecha, PP y Vox. El PSOE intenta revertir con ella la transferencia de votos hacia el PP, una fuga que se detectó tras el 28M y en Ferraz creen tener amortizada.

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Calviño no va en ninguna lista electoral del PSOE para el 23J, pero ha subrayado su «compromiso firme y claro» con Sánchez, a su juicio; «el mejor presidente». Pese a ser independiente, se está implicando en eventos del partido y en sus intervenciones está dejando de ser solo un perfil económico, esa tecnócrata que nombró Sánchez en 2018, para mojarse en otros asuntos del PSOE a niveles internos.

Por ejemplo, fue Calviño quien marcó distancias con el feminismo de Podemos y de la ministra de Igualdad, Irene Montero, en una entrevista en la radio. Lo que llevó a Sánchez a secundarla a su vicepresidenta primera y explicar que él también discrepa con Podemos porque apoya «un feminismo más integrador». Recientemente, Calviño también dio una rueda de prensa desde Ferraz, sede nacional del PSOE, algo anómalo para una persona que no tiene un cargo orgánico.

Al margen de que en el partido celebren que haya bajado al barro, la implicación en campaña de Calviño está funcionando para identificar puntos ciegos en el equipo de Feijóo, que sigue sin aclarar qué perfil situará al frente del Ministerio de Economía.

Calviño ofrece desde hace semanas un debate económico con su potencial homólogo del PP, como el de Pedro Solbes (PSOE) y Manuel Pizarro (PP) en 2008. Pero el PP no acepta. La vicepresidenta también confronta en materia económica con la vicepresidenta segunda y candidata de Sumar, Yolanda Díaz, con quien chocó esta semana después de que el Gobierno elimine del paquete de medidas para paliar la subida de precios a consecuencia de la guerra de Ucrania, la prórroga que congela el precio del alquiler.

Por otra parte, la exposición mediática de Zapatero está siendo extensa. Ayer fue la estrella en un acto LGTB del PSOE. Otra clave es que Zapatero lideró la estrategia de acudir a medios no afines al PSOE y que luego ha seguido Sánchez. En Ferraz consideran que el resultado está siendo positivo. Sánchez ya estuvo en el 'El Hormiguero' de Antena 3 tras años sin ir y será entrevistado por la periodista Ana Rosa Quintana en Telecinco el martes.

Zapatero empezó esta carrera con Carlos Herrera en la Cope. Allí, reivindicó que bajo su gobierno socialista llegaron avances sociales como la ley del aborto y la del matrimonio homosexual y que fue su gobierno el que derrotó a la banda terrorista ETA.