Sánchez anuncia el envío de un buque a la flotilla y advierte a Israel: «España va a proteger a sus compatriotas»

«Quiero decir al Gobierno de Israel que España, por supuesto, va a proteger a sus compatriotas y lo vamos a hacer desde el punto de vista diplomático y político», dijo Sánchez, que no aclaró qué instrucciones llevará el buque de acción marítima que este jueves partirá desde Cartagena.

La decisión se produce después de un ataque con drones a la flotilla de apoyo a Gaza, que está en las inmediaciones de la costa de Creta, y después de que el Gobierno de Italia, que también tiene nacionales en los barcos humanitarios, haya anunciado el envío de una fragata.

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Según Sánchez, el buque español acude para que «en caso de que haya alguna dificultad, ayudar en el rescate de nuestros compatriotas y otros integrantes de la flotilla».

La causa palestina se ha convertido en la gran bandera de política exterior para Sánchez, como volvió a dejar claro en su encuentro con la prensa. «Había algunos que nos decían que íbamos por libres y resulta que se han quedado solos», dijo Sánchez sobre el reconocimiento que el año pasado hizo España del Estado de Palestina y al que en los últimos días se han sumado países occidentales y aliados de Israel como Reino Unido, Francia, Canadá y Australia.

Sánchez comparecía horas después de que el Rey Felipe VI se dirigiera a la Asamblea General de la ONU como jefe de la delegación española en esta edición. El Rey no utilizó el término «genocidio» para describir la actuación del ejército de Israel en Gaza, sino «masacre». Sánchez ha convertido el uso de «genocidio» en un arma arrojadiza en la política doméstica, en la pugna con la oposición, pero ahora dijo que compartió «al 100% todo lo dicho por el jefe de Estado en su discurso».

Todo lo contrario que con Donald Trump, el presidente de EE.UU., que intervino ante la ONU en la víspera y que cuestionó el funcionamiento de la organización internacional e hizo una enmienda al multilateralismo. «Estoy en las antípodas de ese discurso, no me puedo ver reflejado en nada de lo que dijo», aseguró sobre Trump, que castigó las políticas migratorias y energéticas de los países europeos como «la muerte de Europa Occidental».

Sánchez celebró que, en medio de su paso por la 'semana grande' de la ONU, «la voz de España ha sonado con fuerza, hemos tenido una presencia destacada en todos los foros» y que «la España de hoy pesa como hace muchos años que no pesaba, es algo muy relevante». Es algo que no se compadece con el escaso músculo diplomático que Sánchez ha mostrado en Nueva York. Desde el inicio del periodo de sesiones de la Asamblea General, con los pasillos de la sede de la ONU lleno de mandatarios de todo el mundo, solo ha mantenido un encuentro de relevancia: el que celebró con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, el mismo miércoles. Las únicas otras dos bilaterales fueron con los presidentes de Líbano y de Angola.

Después del encuentro con la prensa, Sánchez acudió a una de las dos entrevistas que canceló el martes «por cambios de última hora de agenda». Fue en Bloomberg, donde dijo que está «en respetuoso desacuerdo con Trump» y defendió su política económica y migratoria.

Ante su difícil momento en las encuestas en España, Sánchez mantuvo que se presentará «con toda seguridad» a las elecciones de 2027.

«Es algo que ya he hablado con mi familia y con mi partido y, si me lo permiten, tengo confianza en que podremos repetir la mayoría y seguir con nuestro trabajo», dijo un Sánchez acosado por los casos judiciales de su familia, además de lo de su fiscal general, Álvaro García Ortiz, y de dos de sus secretarios generales en el PSOE, José Luis Ábalos y Santos Cerdán.