Feijóo pide apoyo a Sánchez para una legislatura de dos años tras la que convocaría elecciones y el presidente lo rechaza

En la reunión celebrada entre ambos dirigentes, que no ha durado más de una hora, los populares ofrecen un acuerdo para una legislatura de dos años tras la que Feijóo se comprometería a convocar elecciones. Sería una legislatura para «limitar» la influencia de los partidos independentistas, que así quedaría desactivada, explica el PP. Este es planteamiento que Feijóo hará a todos los actores políticos. Con el Lendakari vasco, Iñigo Urkullu, tiene previsto conversar esta tarde. Aunque la posición del PNV es ya conocida.

En este periodo de tiempo el PP plantea al PSOE afrontar seis pactos de Estado. «Ante el riesgo de repetir elecciones en cuatro meses, Feijóo ofrece un mandato de 24 meses para acometer las reformas pendientes para nuestro país», explican desde el PP. Feijóo considera que un Gobierno de coalición PP-PSOE no es factible mientras Pedro Sánchez sea secretario general del PSOE. Pero en su propuesta se contempla que el Gobierno lo integren «personas de reconocido prestigio independientes que no militen en el PP», según ha explicado el propio Feijóo en una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados. Planteamientos que en cualquier caso el PSOE rechaza.

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La propuesta del PP parte como primer punto del compromiso de conformar un Gobierno con 15 ministerios, frente a los 22 actuales. El siguiente punto pretende darle contenido a esa intención de anular la dependencia de los partidos independentistas: «Nos comprometemos a defender la integridad territorial de la Nación española consagrada en la Constitución de 1978 y rechazamos las solicitudes de referéndum de independencia y de amnistía expresadas por los partidos independentistas», señala la propuesta de acuerdo que Feijóo le ha entregado a Sánchez.

A partir de ahí, se planteará la creación de una comisión específica en el Congreso de los Diputados en la que se debatirán los pactos de Estado que propone el Partido Popular. El primero que ofrece Feijóo es un Pacto de Regeneración Democrática que «mejore la calidad de nuestra democracia, preservando la división de poderes y la independencia de los organismos de control contemplados en nuestro ordenamiento, comenzando por el impulso de una nueva legislación que asegure la total independencia del órgano de gobierno de los jueces». En la reunión Sánchez le ha pedido renovar el CGPJ antes del 31 de diciembre.

El segundo acuerdo sería un Pacto por el Estado de Bienestar, centrado en garantizar la viabilidad del Sistema Nacional de Salud, la estabilidad y calidad del sistema educativo, la igualdad entre mujeres y hombres y la viabilidad de las pensiones para los mayores. En este punto se compromete el PP a que en las pensiones habría una revalorización anual de las mismas.

El siguiente sería un pacto Pacto por el Saneamiento Económico, centrado en los más vulnerables, las clases medias y los jóvenes. El cuarto acuerdo sería el Pacto por las Familias, muy centrado en la conciliación. «La comisión trabajará junto con los agentes sociales y económicos para garantizar nuevas fórmulas de compatibilización la vida laboral y familiar y racionalizar los horarios y condiciones de trabajo», plantea la propuesta.

El quinto de estos puntos es una prioridad absoluta de Alberto Núñez Feijóo: Pacto Nacional del Agua. El PP defiende la necesidad de alcanzar el acceso garantizado a este recurso básico «en el momento actual y ante el previsible agravamiento derivado del cambio climático».

El último pacto de Estado es el territorial. Que se abordaría de manera específica en el Senado y que estaría destinado a convertir la Cámara Alta «en una verdadera Cámara de representación territorial y a fortalecer la España de las Autonomías, mediante un diálogo multilateral que permita adoptar decisiones comunes sobre asuntos comunes». En este ámbito, y de forma prioritaria Feijóo plantea aprobar un nuevo modelo de financiación autonómica y local «que garantice la igualdad de servicios a todos los ciudadanos».

Todos estos planteamientos sólo convergerían en propuestas legales y normativas concretas si se alcanzase el acuerdo de los partidos firmantes. «La legislatura se dará por terminada cuando estos seis Pactos de Estado se hayan materializado o en un plazo máximo de dos años. Transcurrido este período, se procederá a la convocatoria de elecciones generales, salvo que los partidos firmantes de este acuerdo consideren conveniente la continuidad de la legislatura para cerrar éstos o nuevos acuerdos», plantea el PP como marco temporal.

Tras unos resultados electorales que se quedaron por debajo de las expectativas, Feijóo plantea un movimiento que lo que pretende de facto es anular a los partidos nacionalistas e independentistas. Tras los devaneos respecto a un probable contacto con Junts, que en el partido asumen que no han sabido explicar, el PP marca ahora posición y la hoja de ruta con la que se conducirá en las cuatro semanas que restan hasta la investidura.

El presidente del PP ha asegurado que no va a renunciar «al entendimiento entre partidos nacionales» y justifica también su intento en que la gobernabilidad no quede bloqueada: «En lo que de mí dependa la legislatura se pone en marcha. No renuncio a que algún día los partidos nacionales se puedan dar la mano, caminar juntos (...) y abordar un mínimo de cuestiones esenciales para la nación».

Ante la alternativa de una repetición electoral o un pacto del PSOE con los independentistas, que Feijóo ha bautizado como «Gobierno de la desigualdad», el presidente del PP ha defendido que su propuesta convierte la igualdad entre españoles en el motivo principal.

Según el análisis que Feijóo hace del 23J, y que le ha transmitido a Sánchez, el PP tiene que ser «factor determinante de gobernabilidad», a la vez que su propuesta aceptar que el voto de los ciudadanos no ha otorgado mayorías a ningún partido ni tampoco a ningún bloque ideológico. «Los cierto es que los ciudadanos han rechazado los bloques que impiden el diálogo», ha dicho Feijóo.

Cuando las relaciones entre los dos principales partidos son casi inexistentes, Feijóo ha dicho que «no debería ser una opción la incomunicación permanente entre PP y PSOE salvo que se quiera otorgar carácter decisivo al independentismo», que representan ha recordado el presidente del PP a solo el 6% de los votantes.

Feijóo, cargado de solemnidad, la versión en papel del acuerdo va ilustrado con una fotografía de los Pactos de La Moncloa, se ha referido a la «responsabilidad histórica» y a su propuesta como una «obligación» en ese sentido para «proteger al Estado de estas exigencias inconstitucionales y discriminatorias», en referencia a las reivindicaciones de los independentistas.

Pero ya en la propia reunión Feijóo ha constatado el rechazo de Sánchez: «He ofrecido pactos de Estado. Pero Sánchez me ha dicho que prefiere acuerdos con el independentismo», ha lamentado el presidente del PP. «Lo que he obtenido, al menos he percibido, es un no». Feijóo ha asumido que su posición de defender la igualdad de todos los españoles «puede impedir que sea el presidente» ahora. «Llegaremos y tendremos como objetivo fundamental la defensa de los españoles». En todos los movimientos de Feijóo, incluso en los que pueden ser controvertidos y poco coherentes entre sí, existe la lectura de que la legislatura que se abre no será muy larga y su compromiso, en cualquier caso, de tener un nuevo intento como candidato en las urnas.

«Ofrecemos esto», ha dicho Feijóo cuando se le ha planteado qué va a poner encima de la mesa en sus próximos encuentros. A los que él acudirá o no personalmente en función del interlocutor que cada formación proponga. Pero la oferta será la misma: «Un gran pacto para sosegar España, finalizar los bloqueos y resetear el país».