«Soy leal a Tomás Gómez, pero voy a votar a Trinidad Jiménez en las primarias»

En la ronda de preguntas, Lissavetzky ha sido interpelado por el "tándem ganador" del que apenas una hora antes había pronunciado su "amiga" Trinidad Jiménez. El secretario para el Deporte ha restado importancia a esas palabras victoriosas y se ha ceñido a emplazar a los resultados que deparen las primarias socialistas el próximo 3 de octubre. "Seremos un tándem electoral si el PSM decide que sea Trinidad Jiménez la candidata a la Presiencia de la Comunidad de Madrid", ha dicho, somero. A continuación, parecía decantarse por Tomás Gómez explayándose sobre que él tiene "la mejor opinión" posible de Tomás Gómez, al que votó como secretario general, y su "lealtad absoluta a Gómez es una realidad". Además, ha comentado su "respeto" y "valoración positiva" de la gestión del actual secretario general del PSM. No obstante, ha apelado a la disciplina de partido a decidir, ahora, quién tiene más posibilidades como candidato a la Presidencia de Madrid y quién debe representar a los militantes socialistas en el cartel electoral. En ese caso, ha sorprendido a todos los presentes diciendo sin tapujos que "Trini es la mejor para disputarle el cargo a Esperanza Aguirre". "Yo votaré a Trinidad Jiménez en las primarias socialistas", ha zanjado explícito, apelando a la irresponsabilidad que sería hacer lo contrario. Un apoyo claro a Jiménez en presencia de Gómez, ambos interesados en las últimas horas por fagocitar su llegada al Palacio de Comunicaciones, sede de la Alcaldía.

A continuación, el secretario de Estado ha quitado hierro a la contienda "de Trinidad contra Tomás" -Lissavetzky ha echado mano del "fair-play" deportivo y ha dicho que no le gusta el término "contra" entre compañeros de filas- reproduciendo la "broma" que se habían gastado al conversar con Gómez sobre "la expectación" mediática creada en torno a estas candidaturas socialistas. "Miren que he estado en espectáculos deportivos de primer nivel, y no había visto tanta expectación", ha dicho jocoso.

Respecto a la contienda propia, la pelea por el sillón de Alberto Ruiz-Gallardón, ha augurado que tanto con el alcalde popular como con el candidato de Izquierda Unida, Ángel Pérez, está seguro de que "la campaña será educada, respetuosa, de ideas y proyectos". Será "intensa", pero no hará uso de improperios, como ocurrió con el famoso debate televisado entre Gallardón y el anterior alcaldable socialista, Miguel Sebastián. "Mi proyecto político no es el de Gallardón, pero le respeto. Me gusta el Madrid de hoy, pero sueño con un Madrid diferente", ha rubricado Lissavetzky, para destacar su buena sintonía con el actual regidor y con el aspirante de IU, a quienes telefoneó ayer para comunicarles su decisión. "Me dijeron que vale y que gane el mejor", ha afirmado sonriente.

Interpelado por su futuro inmediato, Lissavetzky ha asegurado que si resulta elegido alcalde, no va a ser "diputado" porque la ciudad requiere una dedicación exclusiva. También ha garantizado que seguirá en su cargo actual "hasta que quiera el presidente del Gobierno", José Luis Rodríguez Zapatero, de quien depende directamente, y que no tiene "fecha de caducidad" para seguir trabajando en el Consejo Superior de Deportes (CSD), precisamente adonde se ha encaminado convertido ya oficialmente en candidato a la Alcaldía de la capital para "despedirse de los periodistas deportivos". Entre las ocupaciones de ese puesto figuran en su agenda el viaje a Mónico para apoyar al Atlético de Madrid, en la final de la Supercopa, al Mundial de Baloncesto o cuando la FIFA decida en diciembre a quién designa como sede del Mundial de Fútbol de 2018 y 2020. Con el símil deportivo bajo el brazo, Jaime Lissavetzky ha dicho que va a salir a la campaña electoral por Madrid "a darlo todo".