Riesgo de reincidencia en delitos de violencia sexual tras la aplicación de la 'ley del solo sí es sí'

Las penas de privación de libertad cumplen una función rehabilitadora y de reintegración en la sociedad. Para llevar a cabo esta función se realizan evaluaciones y se decide el tratamiento más adecuado para cada caso. La salida de prisión anticipada deja muchos de los tratamientos incompletos y sin garantía de que no se repitan las conductas de violencia sexual al volver a la vida fuera de la prisión.

Hablamos de un riesgo que no es posible cuantificar, al menos, en el corto plazo. La ciencia no nos permite predecir con certeza si un violador volverá a cometer este tipo de delito una vez esté en libertad.

Pese a todo, lo que sí sabemos es que existen determinados factores que debemos tener en cuenta y que nos sirven de alerta porque pueden aumentar el riesgo de reincidencia:

A menor edad puede haber un mayor riesgo de volver a cometer un delito de este tipo. La explicación estaría en que a menor edad, menor control sobre sus impulsos y una mayor dificultad para comprender y respetar los límites de los demás.

Quienes cuentan con varios delitos sexuales en su pasado tienen un mayor riesgo de volver a cometer este tipo de delito.

Los delitos más graves tienen un mayor riesgo de reincidencia que los delitos menos graves.

Aquellos que no sienten ni expresan remordimiento por las conductas que los han llevado a estar encerrados o minimizan la gravedad de su comportamiento tienen un mayor riesgo de reincidir.

Algunos problemas de salud mental, como trastornos de personalidad o trastornos mentales relacionados con el sexo, pueden aumentar el riesgo de volver a ejercer violencia sexual.

Los agresores sexuales que no tienen una red de apoyo pueden tener un mayor riesgo de volver a cometer este tipo de delito.

Los delitos que se cometieron en un contexto de violencia o en el que se abusó de la confianza o el poder tienen un mayor riesgo de reincidencia.

Cuando el condenado participa voluntariamente en terapias y tratamientos para sus problemas de conducta sexual hay menor riesgo de reincidencia en futuras conductas de violencia sexual.

También se pueden considerar otros factores, como la edad y el género de la víctima, la relación entre el delincuente y la víctima y cualquier patrón de comportamiento que pueda haber indicado un riesgo de reincidencia en el pasado.

Los profesionales que trabajan con condenados por delitos sexuales a menudo utilizan instrumentos de evaluación específicos. Uno de estos instrumentos es el Inventario de Evaluación de Riesgo de Reincidencia Sexual (SVR-20), en el que recogen muchos de los ítems mencionados anteriormente.

La aplicación de estos cuestionarios arroja una puntuación que permite valorar el riesgo de reincidencia y utilizarlo para tomar decisiones sobre la libertad condicional y otros aspectos del tratamiento y supervisión del delincuente. Con la aplicación de la nueva ley, muchas de estas decisiones no se han podido llevar a cabo debido a la reducción sobrevenida de la condena.

El riesgo de reincidencia no es algo fijo y puede cambiar con el tiempo. Tampoco debemos olvidar que cada persona es única y responde una manera diferente en situaciones distintas. Todo esto dificulta que podamos hacer afirmaciones rotundas acerca de los riesgos de reincidencia asociados al acortamiento de las condenas.