Revilla dice ahora que la delegada del Gobierno no le anticipó el registro

Matiza que sólo le «comunicó» la entrada de la Polícía en la Consejería de Obras

El ya dimitido consejero de Obras Públicas de Cantabria, José Luis Gochicoa, este lunes EP

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, admitió sin tapujos el pasado viernes que el Ejecutivo de Pedro Sánchez le avisó diez minutos antes, a través de la delegada del Gobierno en la comunidad autónoma, Ainhoa Quiñones, de que la Unidad Central de ... Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional y la Agencia Tributaria se dirigían a registrar la Consejería de Obras Públicas por una supuesta trama de contrataciones irregulares en el Servicio de Carreteras. Ahora, tan solo tres días después, Revilla ha salido en defensa de Quiñones, asegurando que no le advirtió, sino que solo le comunicó el registro y que lo hizo porque «era su deber».

La primera que se ha encargado de desmentir el 'chivatazo' fue la propia Quiñones: «No le avisé ni anticipé nada», ha asegurado, además de aclarar que se limitó a «informar» a Revilla de la operación a las 07:43 horas, cuando la consejería estaba ya «totalmente custodiada desde hacía mucho tiempo por la Policía Nacional» porque es su deber. La delegada ha insistido en que jamás ha desvelado «detalles de ninguna operación policial», ni mucho menos «pondría en riesgo el trabajo excelente» de las Fuerzas de Seguridad.

Para corroborar sus palabras, ha empleado el testimonio del ya dimitido consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo, José Luis Gochicoa, quien aseveró que «no tenían absolutamente ninguna información de ningún tipo y que estaban esperando a personarse en la causa para poder acceder a los documentos que la jueza estimara oportuno».

«He pasado muy mal fin de semana», ha sentenciado la delegada en la rueda de prensa, además de instar al líder del Ejecutivo cántabro a «revisar» las llamadas de su teléfono y «aclarar» a la hora en la que le llamó.

«Era su deber»

Y esto es precisamente lo que hizo Revilla durante su intervención de ayer por la tarde en el Parlamento regional. El mandatario autonómico ha recogido cable y modificado la hora de la supuesta llamada: en vez de a las 7:20 «cuando se estaba afeitando y le sonó el móvil» -tal y como dijo en rueda de prensa el pasado viernes-, Quiñones le llamó «aproximadamente sobre las 7.30 horas» del 22 de febrero.

La llamada, prosiguió Revilla, se efectuó solamente para «comunicarme que se está haciendo una investigación en la Consejería de Obras Públicas» y que estaban a las puertas de la sede la UDEF y miembros de la Agencia Tributaria para entrar «porque al parecer hay un caso de corrupción» y había ya «por lo menos un detenido». Acto seguido, llamó tres veces al ya dimitido consejero del ramo sin éxito, por lo que no pudo localizarle hasta las 8.15 horas. Mientras que en su versión del viernes el líder cántabro se limitó a decir que llamó a Gochicoa y le dijo: «Apresúrate y llega a la Consejería cuanto antes. Ponte a disposición de las personas que con orden judicial estén llegando allí e infórmame inmediatamente».

Revilla ha salido así en defensa de la delegada del Gobierno frente a las críticas de la oposición. «Ha hecho lo que tenía que hacer» que era, según él, informarle de que se «iba a allanar su casa», en referencia a esa consejería del Gobierno de Cantabria. También ha matizado que Quiñones «no le advirtió», sino que solo le «comunicó» lo que estaba ocurriendo porque, cree, «era su deber». Respecto a la supuesta vinculación del Ejecutivo regional o el PRC con el caso, aclaró que «se equivocan» porque «este Gobierno jamás ha cometido un delito» y «puede ir con la cabeza bien alta».

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