Vox, contra el fin de la sedición: manifestaciones, recurso al TC y petición de moción de censura al PP

Abascal, que frecuenta poco las ruedas de prensa, ha llegado a la sala habilitada en la sede nacional de Vox escoltado por su secretario general, Ignacio Garriga, y por su vicepresidente Jorge Buxadé. Una bandera de España coronaba la estancia para la ocasión, justo tras el atril desde el que ha hablado Abascal. Dentro le esperaban varios diputados de la formación, encabezados por el portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros. El líder derechista ha comenzado su intervención recordando la moción de censura que ya encabezó en 2020 y que tan solo cosechó el respaldo de sus 52 parlamentarios, con fuertes críticas del resto de partidos, incluido el PP.

Desde entonces, Vox nunca ha descartado registrar otra moción de censura contra el Gobierno de Sánchez -solo se puede una por periodo de sesiones-, pero por el momento se ha limitado a «tender la mano» a quienes estén dispuestos a «expulsar» al actual inquilino de La Moncloa. Abascal ha dicho que por ahora no ha hablado con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, y ha afirmado que lo ideal sería buscar un candidato «de consenso» para que disuelva el Parlamento y convoque elecciones. Eso sí, ha asegurado que no interpone ningún «veto» a nadie, tampoco al presidente del PP.

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El dirigente de Vox ha hecho un diagnóstico durísimo contra el actual Ejecutivo. No solo por la intención de derogar el delito de sedición para contentar a ERC -clave para la aprobación de los próximos Presupuestos Generales del Estado- sino por «destruir» la economía, «prohibir» la utilización de hidrocarburos, «arrinconar» a las familias, «promover la pederastia» desde el Ministerio de Igualdad -por las polémicas declaraciones de Irene Montero-, favorecer la «dictadura climática», «llamar a la inmigración ilegal», «promocionar la mutilación de menores» y «favorecer el suicidio asistido», en alusión a la regulación de la eutanasia.

Tras esa ristra de acusaciones, Abascal ha hecho cuatro anuncios. El primero, el registro este mismo lunes de un escrito ante la Mesa del Congreso para que rechace la tramitación de la reforma por un «fraude de ley» que supone «una amnistía encubierta». Si el órgano de gobierno de la Cámara Baja ignora la petición de Vox -algo que era esperable por la mayoría de PSOE y Unidas Podemos y que así ha sucedido, de hecho, este mismo lunes-, se recurrirá ante el Tribunal Constitucional y se exigirá la suspensión cautelar de la ley, una vez se apruebe.

Después, en la línea con el programa 'España Decide' que presentó Abascal en el Viva22, ha prometido que, si llega a ser presidente del Gobierno, promoverá un referéndum para preguntar a los españoles si están a favor de ilegalizar a los partidos independentistas. Vox ya planteó una proposición de ley con esta propuesta en el Congreso, pero fue rechazada por el resto de partidos. «No nos conformamos con proponer a los españoles que el próximo gobierno restaure el Código Penal», ha dicho, en alusión a la promesa de Núñez Feijóo de recuperar la sedición si alcanza el Ejecutivo.

En tercer lugar, ha tendido la mano para apoyar a quien esté dispuesto a liderar una moción de censura contra Sánchez. Y, por último, ha llamado a manifestarse de forma «masiva» en Barcelona este sábado 19 de noviembre y en Madrid el siguiente fin de semana. «Hoy es un día para recordar que presentamos la moción de censura. Ya la hemos presentado. También hemos dicho hace meses que no renunciábamos a volver a presentarla. Pero entendemos que otros también tienen sus responsabilidades y hoy les tendemos la mano. Nuestro apoyo estará garantizado si hay consenso para convocar elecciones inmediatamente», ha expresado Abascal, en la línea de Inés Arrimadas (Ciudadanos), quien estos días ha insistido en que Núñez Feijóo debería liderar una moción de censura en el Congreso.