Los reproches a Ribera por su gestión de la DANA comprometen su futuro europeo

Puesto que la oposición del Partido Popular español a esta nominación ha alcanzado el respaldo del grupo europeo, la comparecencia de Ribera tuvo lugar en unas circunstancias poco habituales, ya que antes de que empezara ya se sabía que la votación sobre su confirmación se ha retrasado durante varios días, precisamente a la espera de que se aclare su papel durante estos días críticos las terribles inundaciones en Valencia.

La situación puede considerarse excepcional y políticamente arriesgada, porque el calendario para que la nueva Comisión tome posesión en la fecha prevista del primero de diciembre está claramente en peligro, y aunque no sería un problema insoluble, retrasaría los planes de la presidenta Ursula von der Leyen. De hecho, la alemana fue vista en los pasillos del Parlamento Europeo en dirección a la zona donde están los despachos de los líderes políticos, cuando habitualmente son estos los que se desplazan a las dependencias de la presidencia de la Comisión, para expresarles su preocupación.

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Emilio V. Escudero

Otra de las circunstancias inéditas hasta ahora es la frágil situación del grupo socialista (S&D), que en la actualidad solo controla cuatro gobiernos en toda la UE y uno de ellos, el de Alemania, ya en funciones y con muchas posibilidades de perderlo. Sánchez puede presumir de tener la delegación más numerosa dentro del grupo S&D pero en última instancia solo puede buscar el apoyo de los gobiernos de Dinamarca y Malta, también gobernados por socialdemócratas.

En este contexto, la propia Ribera era consciente de que el tema de la DANA y el hecho de que no atendiese a esta catástrofe le perseguiría y por eso mismo ella misma empezó su alocución refiriéndose a las inundaciones para tratar de enfocar el tema en el marco de sus competencias europeas como responsable propuesta para la transición energética.

En otra de las audiencias, la del comisario francés Stephan Sejourne, algunos eurodiputados se quejaron de que «se parecía más a un debate en la Asamblea Nacional que en el Parlamento Europeo». Y algo así sucedió con Ribera que se encontró con reproches duros y directos, pero en este caso no se puede decir que fuera un debate «hispano-español» sino que prácticamente todos los eurodiputados a la derecha del grupo socialista tuvieron reproches claros sobre este u otros asuntos que le afectan directamente, incluyendo el caso Ábalos y las licencias de comercio de hidrocarburos que les fueron concedidas o el hecho de que sea España el país que compra más gas ruso.

Por supuesto, a Ribera le ayudaron también los eurodiputados socialistas, empezando por Jonás Fernández, que abrió el turno de preguntas. Todos los representantes del PSOE hicieron preguntas a medida de la compareciente, hasta el punto de que esta podía leer su respuesta preparada de antemano. También le ayudó la presidenta de la audiencia, la ecologista francesa Aurore Lalucq, que milita en el grupo socialista y que se dedicó a cortar el micrófono ante las preguntas más comprometidas.

Pese a ello, las críticas a la candidata fueron duras y abundantes. El primero fue el eurodiputado de Vox, Jorge Buxadé, que no solo le acusó de ser responsable de negligencias que agravaron los efectos de la riada, sino que expuso claramente que en estos momentos hay tres querellas presentadas contra ella en el Tribunal Supremo.

La popular Dolors Montserrat le hizo la que, tal vez, fue la pregunta más comprometida y que otros repitieron después sin éxito, cuando le pidió que dijera si se comprometía a dimitir «en caso de que se vea involucrada judicialmente, para no contaminar así a la Comisión Europea». Ribera no lo aclaró pero se defendió diciendo que su responsabilidad política se limitaba a la supervisión de los cursos de agua y el lanzamiento de alertas puesto que «España es un país descentralizado como Alemania» aunque la siguiente oradora, la popular alemana Christine Schneider le replicó con dureza: «la diferencia con Alemania es que el Ministerio de Medio Ambiente funciona correctamente» y le reprochó además sus referencias críticas hacia las protestas de los agricultores como contrarios a su política medioambiental.

Otros como el francés Francois-Xavier Bellamy le recordaron las críticas de la propia Comisión Europea contra el Gobierno de Pedro Sánchez en el informe anual sobre el Estado de Derecho, o sus ataques públicos contra los jueces que investigan el comportamiento de su esposa, Begoña Gómez. El democristiano alemán Peter Liese, reconoció que había venido a la audiencia «con cierto escepticismo, pero reconozco que no me ha dado argumentos para defender su candidatura».

La vicepresidenta española mostró más debilidad en el campo de la cartera de Competencia, que es otra de sus delegaciones atribuidas. Ribera se aprovechó del hecho de que todo el mundo da por descontado que esta legislatura se van a cambiar las reglas para ser especialmente difusa por lo que se refiere a sus planes para una cartera para la que carece de experiencia. Este detalle podría muy bien ser utilizado para resolver esta situación, de modo que la retirada de estas funciones de su panoplia de responsabilidades pudiera hacer aceptable su candidatura para los más reticentes en la Eurocámara.