La reforma de la sedición enfrenta a la derecha

Desde el primer minuto, en Génova dejaron claro que las conversaciones que han retomado Esteban González Pons, por el PP, y Félix Bolaños, por el Gobierno, seguirían su curso con independencia de otros debates y diferencias entre ambas partes. Y uno de los asuntos que separan de manera radical a uno y otro es precisamente la reforma del delito de sedición, que ha saltado de nuevo a los titulares justo cuando el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado de 2023 ha llegado al Congreso para su tramitación, con la necesidad del Gobierno de buscar el apoyo de sus socios independentistas para poder sacarlos adelante. Vox y Cs afilan los cuchillos, con palabras gruesas a un PP al que acusan de «cómplice» de Sánchez por mirar hacia otro lado con la sedición y por pactar la renovación del CGPJ sin modificar el sistema. Los dos partidos insisten en cambiar la ley para que los jueces elijan directamente a los doce vocales de su órgano de gobierno procedentes de la carrera judicial -algo con lo que está de acuerdo el PP-, pero se niegan a una renovación con el método actual a la que sí están dispuestos ahora los populares.

La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, sí fue tajante ayer al rechazar la modificación de la sedición en el Código Penal. A su juicio, supone que Sánchez cruza otra línea roja con el objetivo de poder mantenerse en el poder. Según Gamarra, la reforma de la sedición acaba además con la igualdad de todos los españoles ante la ley, ya que se haría para beneficiar exclusivamente a los independentistas, y no al conjunto de la población, ajena por completo a ese delito. A partir de ahí, la portavoz parlamentaria del PP marcó una línea divisoria muy clara entre ese rechazo frontal a tocar la sedición y las conversaciones para renovar el CGPJ y reformar la Justicia. «Son cosas distintas», zanjó en Antena 3.

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El PP no parece dispuesto a que nada enturbie la marcha de esas conversaciones con el Gobierno. «Parece que alguien ha querido reventar las negociaciones con el asunto de la sedición, pero no lo han conseguido», comentaban ayer fuentes populares en los pasillos del Senado. Los contactos entre González Pons y Bolaños avanzan a buen ritmo, como confirmaron ayer varios miembros del Comité de Dirección del PP, que no descartan que haya fumata blanca en los próximos días.

Eso sí, desde el PP son rotundos al defender los requisitos que deben tener los posibles vocales al órgano de gobierno de los jueces, y uno de ellos es que estén fuera de la política. Por eso, insisten en que el nombre de Victoria Rosell, que defiende Podemos, no encaja en la nueva etapa. Los populares han levantado el veto a la participación de Podemos en la formación del CGPJ, pero siempre que los nombres que pongan sobre la mesa respeten las condiciones sobre la despolitización de la Justicia.

Mientras, en el Congreso, Vox y Cs se rasgaban las vestiduras ayer tanto por la negociación en sí del CGPJ como por el hecho de que se desligue de las conversaciones paralelas del Gobierno con ERC para desdibujar el delito de sedición. Santiago Abascal e Inés Arrimadas marcaron la pauta a los suyos por Twitter, con el primero acusando al PP de «legitimar las sucias maniobras de Sánchez» y la segunda tachando a los populares de «cómplices de todos los ataques del Frankenstein a la Justicia española».

Las críticas

Portavoz del PP en el Congreso

Cuca Gamarra

«Sánchez no tiene líneas rojas a la hora de negociar con los independentistas y afianzarse en el poder»

Presidente de Vox

Santiago Abascal

«Pactar el CGPJ con el Gobierno legitima las sucias maniobras para blanquear el golpismo»

Presidenta de Ciudadanos

Inés Arrimadas

«El PP está dispuesto a entregar CGPJ y TC a los que diseñan un Código Penal a medida para ERC»

El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, lamentó en rueda de prensa que el PP «se empeña en pactar con el diablo» y criticó los planes del Ejecutivo para, según él, «que los que están escapados de la Justicia puedan volver cuanto antes». «Con ese Gobierno es con el que el PP quiere repartirse, chalanearse, los puestos del CGPJ para que Podemos tenga su sitio, el PNV tenga su sitio...». Más duro fue si cabe Edmundo Bal, portavoz nacional de Cs, quien denunció la «subasta» del Código Penal «al mejor postor, ERC», y cargó contra «un PP sanchista» dispuesto a pactar la renovación del CGPJ, igual que hizo, recordó, con el Tribunal de Cuentas que ahora ha «perdonado» las multas por la malversación del 'procés'.