Arenas, Pons y Floriano, en el núcleo duro del PP

Rajoy se ha mantenido fiel a sí mismo y ha conseguido mantener el secreto de su nuevo equipo hasta casi el final de su intervención ante el plenario del congreso del PP que se celebra este fin de semana en Sevilla. El valenciano Esteban González Pons seguirá también en la dirección, aunque pasa a ocupar el área de Estudios y Programas.

En el nuevo comité ejecutivo se incorporan también Manuel Cobo, antigua mano derecha de Alberto Ruiz Gallardón en el Ayuntamiento de Madrid como coordinador de política local. Por su parte, la presidenta del PP en Catalunya, Alicia Sánchez Camacho, asume la responsabilidad del comité electoral nacional.

En su discurso, Rajoy ha destacado la importancia del PP por encima de las instituciones, porque "en el Gobierno se está o no, per el partido permanece para siempre". No obstante, ha reconocido que con las múltiples responsabilidades de gobierno que ostentan algunos de sus dirigentes "sería un milagro que la vida del partido no se resintiera".

El líder del PP planteado que los principales retos que se plantea ahora la formación es fomentar la cercanía y la apertura a los ciudadanos. "Aquí no sobra nadie, aquí no se jubila nadie, porque hacemos falta todos y más", ha aseverado. Y ha defendido que pretenden gobernar para todos, lo supone también hablar con todos siempre que "se muevan dentro del respeto a la ley". También se ha mostrado proclive a buscar acuerdos, aunque eso no supone abdicar de nuestros principios "ni estar dispuestos a rebajarlos".

Rajoy ha reiterado la necesidad de un discurso único del partido en todos los territorios, aunque no "uniforme ni monótono", y ha abogado por un partido unido "en lo que pretende, acuerda y propone" en relación a conceptos como nación y democracia, protección de la familia, respeto a la justicia, terrorismo o igualdad de oportunidades. "Esas son nuestras señas", ha apostillado. No ha eludido el tema de la corrupción, porque en todos los partidos "cabe un desliz, podemos tener caídas", pero ha instado a sus militantes a "ser y parecer" un modelo de conducta política y moral. "No aceptaremos que la mancha de una excepción contamine la buena fama de todos", ha conminado a los compromisarios.

Tras glosar su paso por todos los escalafones del partido, donde salvo cuando se inició en el partido "siempre he sido un mandado", ha confesado que ha trabajado mucho y ha dado de sí todo lo que ha sido capaz, aunque siempre es posible más. Y considera un elogio político que le definan como previsible porque supone que "conmigo es fácil saber a que atenerse". Rajoy ha presumido entonces de no correr riesgo de envanecimiento, porque ha conseguido "conservar la independencia". "No debo nada a nadie", ha concluido.

Al término de la jornada El PP ha reelegido presidente por tercera vez consecutiva a Mariano Rajoy con el apoyo del 97,56% de los compromisarios asistentes al congreso nacional que la formación celebra en Sevilla. El escrutinio dado a conocer por el presidente de la mesa, Juan Ignacio Zoido, cifra en 2.525 los votos emitidos a favor de la única candidatura para el comité ejecutivo nacional. Se han registrado nueve votos nulos, 66 en blanco, y ninguno en contra. Asimismo, la candidatura a la junta directiva nacional ha contado con un apoyo del 97,4% de los votos.