PSOE y PP amplían el plazo de enmiendas a la ley trans entre recelos de Podemos

Tras la Junta de Portavoces, la secretaria general del Grupo Socialista en el Congreso, Isaura Leal, ha querido dejar claro el «afecto personal» y «cariño» que le unen a su ya excompañera Antonelli, quien fue la primera mujer transexual en poseer un escaño en la Asamblea de Madrid. «Ha escrito páginas muy importantes en el avance de derechos», ha dicho Leal, quien apenas ha podido justificar la posición de su partido en la dilación del plazo de enmiendas.

Después de imponer a la oposición la tramitación urgente de la norma, una de las banderas de Unidas Podemos, el PSOE reclama ahora «tiempo» y «trabajo» para «darle la importancia que tiene» a la ley trans. Así, Leal ha subrayado que «en casi todos los casos», los plazos de enmiendas al articulado de una ley superan «los quince y los veinte días». Ahora, desde que la Cámara Baja rechazó las enmiendas a la totalidad planteadas, han pasado doce días. Serán veinte si no hay más ampliaciones; cosa a la que no se han comprometido los socialistas.

Antes de la reunión de la Mesa, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, admitía en la sala de prensa que tenían «sospechas» de que el PSOE iba a abogar por una ampliación en el plazo de enmiendas a la que su grupo se opone. «Aunque haya quien intente reabrir el debate, no es un debate abierto en la ciudadanía y confiamos en que esta ley pueda salir adelante con un debate parlamentario sin transfobia», ha dicho Echenique, consciente de las voces socialistas que rechazan el proyecto de ley del Ministerio de Igualdad, encabezadas por la exvicepresidenta Carmen Calvo.

Leal, en alusión a la decisión de Antonelli de abandonar la militancia del PSOE, ha deseado que su baja no esté motivada, precisamente, por «falsos rumores que no tienen ningún fundamento». Pese a ello, ha sido incapaz de explicar cuál es el motivo de fondo para posicionarse a favor de ampliar el plazo de enmiendas otra vez. Algo que no se ha hecho, por ejemplo, con la ley del aborto. Tan solo ha dicho que la relevancia de la ley trans «requiere de más tiempo» para que el suyo y el resto de grupos puedan trabajar en enmiendas parciales para «mejorar» el proyecto de ley.

La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha hurgado en la herida: «Habría que preguntarle a ella [Antonelli] si también ha sido engañada por su partido como millones de españoles». Su posición, sin embargo, es comprensible porque los populares fueron uno de los partidos que defendieron enmienda a la totalidad contra la ley de Irene Montero.

Aina Vidal, de En Comú Podem, ha aseverado, ya conocido el portazo de Antonelli al PSOE, que no iba a aprovechar «un hecho tan doloroso» para reivindicar sus posiciones, pero que quería aprovechar su comparecencia ante los medios para enviarle un abrazo a la exdiputada autonómica. «La ley trans será ley», se ha limitado a decir. Fuentes del PSOE lamentaban la decisión de su compañera porque supone para ellos, dicen, una gran pérdida en la lucha por los derechos sociales. Su voz y su testimonio, agregan, se echarán de menos en el debate interno. Los socialistas insisten en que su intención es que la ley salga adelante, entre la desconfianza de sus socios.