Acotaciones de un oyente
El PSOE en el país de los unicornios
Debe resultar complicado hacer como que no pasa nada y seguir por la vida con esa cara de no haber roto un plato
Lee aquí todas las acotaciones de un oyente, por José F. Peláez
Sánchez dice que «una amplísima mayoría» de los jueces cumple su labor tras semanas de ataques

No es sencillo, la verdad. Aunque a primera vista pueda parecer fácil, la realidad es que debe resultar complicado hacer como que no pasa nada y seguir por la vida con esa cara de no haber roto un plato, de guardar en un tarro las ... esencias de la democracia y de haberse afeitado esta mañana en medio de un frescor como de amanecer en el Prepirineo. En la bancada azul del gobierno y en los escaños del grupo socialista todo es alegría, todo es primavera, se diría que la vida los sonríe, como en un anuncio de compresas. Si un extraterrestre aterrizara en el hemiciclo no encontraría ningún signo externo de que en el PSOE están hasta el cuello de corrupción, de que Aldama, Koldo o Ábalos son de los suyos; y Cerdán, y el jefe de gabinete de Montero y el equipo de Óscar López. De que la UCO da veracidad a la entrega de dinero a Ferraz por parte de Carmen Pano, de que el fiscal general del Estado esté imputado, y el hermano del propio presidente. Peor aún: nadie podría sospechar que, en esos momentos, la esposa de Sánchez estaba a punto de entrar en los juzgados de Plaza de Castilla para prestar declaración tras haber sido acusada de hasta cuatro delitos. Nada de eso, el relato es el que es y lo recordó Bolaños: todo es un bulo de organizaciones de extrema derecha con jueces en el ajo y amplificado por pseudomedios financiados directa o indirectamente por un PP que da credibilidad a confesiones de delincuentes confesos -por Aldama-. Aunque, como se encargó de recordar la popular Ester Muñoz, «este delincuente confeso organizaba los cumpleaños de ministros a los que acudía todo el gobierno; se paseaba con ministros y llegaba a contrataciones; iba por Ferraz como Pedro por su casa; se iba a San Petersburgo con la mujer del presidente a hacer negocios. No sé si se da cuenta de que, si reconocen que Aldama es un delincuente confeso, ustedes eran los facilitadores».
En este punto, me gustaría romper una lanza preventiva por Ángel Víctor Torres basándome solamente en sensaciones y en conclusiones a las que uno llega tras escucharle hablar día tras día con una categoría inusual en su partido y que me veo en la obligación de trasladar a la crónica. Si no es inocente, miente bien. No así el resto, que ven cómo la sombra de la sospecha los va acompañando un par de metros por delante. Y por detrás. Y por arriba y por abajo: el PSOE es una esfera gris que ellos auto perciben como un arco iris de luz. Y esto llega a tal nivel que Sánchez consideró que estaba en condiciones morales de reprochar a Feijóo la manida -y ya inane- foto con Marcial Dorado. En fin.
El PNV -y a su modo Coalición Canaria- aprovecharon la situación de negociación de competencias en materia de inmigración entre el gobierno y Junts para un 'qué-hay-de-lo-mío- tamaño Catedral de Sevilla. Todo lo ventiló Sánchez con un sencillo: la culpa es de las autonomías, que son fachas y no quieren recibir a menores no acompañados. Esto es falso, por supuesto, hasta el punto de que fue el detonante de la salida de Vox de los gobiernos regionales. Y en todo caso, ¿es esa una respuesta acorde a la realidad de la situación migratoria? Por lo demás, tanto Esquerra como Junts reprocharon al gobierno la pésima negociación de los acuerdos pesqueros.
Pero lo peor fue Albares, que, en una intervención miserable, llegó a decir que «la labor de España en Venezuela es unir a los venezolanos, no importar la división de los venezolanos a España». Yo no sé quién se cree que es para unir a los venezolanos. La realidad es que su labor debe limitarse a reconocer la voluntad inequívoca expresada democráticamente por el pueblo venezolano en las urnas. No hay equidistancia posible, no hay dos bandos: Edmundo González es el presidente electo y así lo ha reconocido el Congreso. Después lanzó corazoncitos a Bildu y, para terminar, Marlaska nos dijo que había que olvidar el pasado -ETA-, pero no a Franco, que debe de ser presente perfecto. Y, sin más, haciendo alegres cabriolas, abandonaron el feo mundo de la corrupción para corretear al encuentro de sus simpáticos unicornios.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete