El PSOE se centra en las mujeres para disputarle a Vox el voto joven
Quiere consolidar un nicho clave, entre las menores de 25 años, con debates como el aborto o Gaza
Abascal se consolida entre los más jóvenes
Madrid
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Iniciar sesiónUna de las características más destacadas del apoyo electoral a Vox es su masculinización y su capacidad de penetración en las generaciones más jóvenes. Este nicho de votantes es clave para explicar uno de los flujos que recibe del PP y que está ... sirviendo para desgastar la posición de Alberto Núñez Feijóo. En el PSOE están muy atentos a la pugna que se libra en el espectro de la derecha y van modulando su estrategia para tratar de rentabilizar al máximo sus expectativas electorales en este contexto de enfrentamiento fratricida. Fuentes socialistas consultadas por ABC hacen la radiografía del nicho a cultivar y consolidar: las mujeres jóvenes. El partido ve en este espectro demográfico la oportunidad de disputar la posición a Vox en los nuevos votantes y se están enfocando en ello. Así lo reflejan las encuestas, las públicas y las que manejan en Ferraz que, tal como revelan las citadas fuentes, sitúan a la formación de Santiago Abascal y al PSOE en los dos dígitos, mientras que el PP no logra superar el 10%.
Estos datos se corresponden, también, con las tripas del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que sitúan a Vox en cabeza con el 27,2% de los votos entre los electores de entre 18 y 25 años. Le sigue el PSOE, con un 26,4%, y, muy por detrás el PP, con un 8,7%. La pelea no siempre ha estado tan reñida. De hecho, hace solo tres meses, en el estudio de julio, la ultraderecha aventajaba hasta en diez cuerpos de distancia al bipartidismo entre los jóvenes. Vox se ubicaba en el 25,3% y el PSOE y el PP en un 14,8% y un 14,7%, respectivamente. La subida de hasta un 11,6% por parte de los socialistas en este estrecho margen de tiempo se explica por una estrategia orientada a este concreto espectro poblacional, que se ha convertido en prioritario en su estrategia de polarización política.
En concreto, Ferraz mira a las mujeres –identificado como el punto flaco de la ultraderecha– y cimenta sobre ellas este ascenso. Después del castigo que supusieron la polémica del Ministerio de Igualdad por la gestión de las pulseras telemáticas antimaltrato o las denigrantes conversaciones de la «trama Koldo» sobre mujeres prostituidas, los socialistas se han enfocado en consolidar el apoyo de las votantes menores de 25 años con debates como el del aborto.
Este tema, que el PP puso sobre la mesa y que el Gobierno ha sabido instrumentalizar desde entonces, permite alimentar la retórica del miedo a un retroceso de derechos auspiciado por Vox y colocar, al mismo tiempo, al PP en una posición incómoda, que le inhabilita como alternativa. El PSOE siempre ha tenido en las mujeres el cimiento sobre el que construye sus mayorías. Ya fueron decisivas en el 23 de julio de 2023, pero el apoyo ha ido variando en función de la actualidad.
9,3 puntos en tres meses
En julio de este año, con el «caso Ábalos» a pleno rendimiento, los socialistas registraron las cuotas de apoyo más bajas. Tomando como medida del respaldo electoral la suma de la intención directa de voto y la simpatía, el PSOE perdió –inmediatamente después de que se destapara el escándalo de Santos Cerdán– 7,5 puntos entre las mujeres en un solo mes: cayendo del 32,1% al 24,6%, según datos del CIS. En el barómetro de septiembre registró una importante subida, alcanzando el 31,1%, y en el de octubre llega al 32,9%, cerca del 33,1 por ciento de hace dos años, tras las generales.
En Ferraz saben que este nicho de votantes es un tesoro, por ser la horquilla poblacional más permeable y reactiva al riesgo de que Vox llegase a tocar poder y desplegase su agenda regresiva en derechos. Esto adquiere relevancia si lo ponderamos en comparación con los porcentajes en los que se mueven PP y Vox entre las mujeres. Los de Abascal han conseguido ir recortando distancias con los populares y si en julio y septiembre les llegaban a sacar entre ocho y diez puntos, respectivamente, en octubre Feijóo solo se impone entre las mujeres en 3,7 puntos respecto a Abascal.
En este contexto, el Gobierno ha visto en el debate del aborto o las movilizaciones por la masacre en Gaza la mejor palanca para seguir monopolizando un espacio ideológico en el que polarizar con la derecha. En el Ejecutivo saben que estos elementos de la batalla cultural le resultan muy rentables electoralmente y los prioriza respecto a la gestión o a encomiendas que le generan un desgaste superior como la negociación presupuestaria.
Sánchez acusa al PP de convertirse en un «satélite» de Vox
D. RoldánEl presidente del Gobierno cree que el partido liderado de Feijóo «copia» las ideas y métodos del de Abascal para «sobrevivir»
Además de confrontar con PP y Vox, Sánchez sabe que esta estrategia también le permite compactar las filas de la izquierda en torno a su figura, arrebatándole banderas tradicionales a Podemos y Sumar, y asfixiando políticamente a sus competidores en el mismo espectro ideológico. Con una presidenta de la Comunidad de Madrid que ha decidido entrar de lleno en el debate de ambas cuestiones, pero especialmente en lo que respecta al aborto, Moncloa sigue alimentando el antagonismo Vox-Ayuso que debilita a Feijóo y le deja sin espacio, en una posición complicada ante los votantes populares que registran una de las tasas más bajas de fidelidad de voto hacia su partido.
Prueba de ello es que el Gobierno ha optado por plantear una reforma de la Constitución imposible, al no contar con la connivencia del PP, que hace un año rechazaba por –precisamente– falta de consenso suficiente. La reforma del artículo 43 de la Carta Magna es un brindis al sol con, además, ciertos riesgos en la protección constitucional del derecho al aborto, pero el Ejecutivo sabe que no prosperará. «No va a ir a ningún sitio», reconocen, pese a haberla impulsado como movimiento táctico. A eso se reduce su resultado, a forzar que el PP manifieste su oposición, mientras en lo práctico, en la garantía de que la interrupción voluntaria del embarazo se pueda llevar a cabo aprietan a las comunidades autónomas que todavía no están al día con el registro de objetores para que cumplan la ley.
En este punto se ha dado un paso más haciendo un requerimiento a la Comunidad de Madrid para que cumpla. Si la negativa persiste se avanzará por la vía judicial. Tanto Sánchez como Ayuso se encuentran cómodos en esta cuestión; quien sufre es Feijóo y en ese sufrimiento encuentra el Gobierno la brecha para seguir alimentando a Vox y poder tener una opción de ser primera fuerza en el futuro.
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