Los Presupuestos superan su primer examen en el Congreso salvados por la mayoría de la investidura

Los siete partidos de la derecha y la CUP consideran que los Presupuestos del Gobierno de Pedro Sánchez son un tobogán directo a la recesión económica. Ayer, en la primera sesión del debate de totalidad, ampararon sus reproches en el escepticismo sobre la viabilidad del proyecto que manifestaron el Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef).

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Gregoria Caro

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ERC, Bildu y PNV ya anunciaron la semana pasada que no registrarían ni apoyarían las enmiendas de devolución del proyecto presupuestario, sin embargo, advierten a PSOE y Unidas Podemos de que no se arrugarán ni un ápice con las enmiendas parciales que empiezan a negociarse desde ahora. Los grupos parlamentarios tienen hasta mañana 28 de octubre para registrar los cambios que quieran introducir en los Presupuestos.

Los socios del Gobierno presionan ya para lograr sus reclamaciones. «No negociar significa perder», ha dicho Joan Margall, el diputado de ERC que ha intervenido en el Pleno. ERC justifica la negociación con el Gobierno en poder seguir avanzando en «desjudicializar» el procés, en relación con los cargos independentistas que siguen procesados.

También critican los independentistas que los Presupuestos mantienen los privilegios de «los de siempre» y «tienen un marcado acento militarista».

Oskar Matute, desde Bildu, ha advertido al Gobierno de que no puede dar sus apoyos por hecho: «Les toca mover fichas y acercar nuestros votos, no tenemos ningún pacto que nos ate a ustedes». Y desde el PNV, Idoia Sagastizabal también ha asegurado que «falta un trecho» para que se aprueben las cuentas y que necesitan una «confianza» que hoy no tienen.