El PP solicita una pleno extraordinario para que Sánchez comparezca por el nuevo delito imputado a su esposa

Esta petición se suma al rosario de comparecencias extraordinarias que el PP ha solicitado a este órgano durante el mes de agosto para obtener respuestas oficiales sobre la gestión de los incendios que asolan a tres comunidades autónomas (Extremadura, Galicia y Castilla y León), el «caos ferroviario», la crisis migratoria y los casos de corrupción que no han dado tregua al entorno de Sánchez ni siquiera en época estival.

El pasado lunes, el juez instructor del ya conocido 'caso Begoña', Juan Carlos Peinado, le imputó a la esposa del presidente un nuevo delito de malversación de fondos públicos por tener en nómina a una asesora de Moncloa de la que se servía para atender a su actividad privada.

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Desde la sede nacional del PP en la madrileña calle de Génova, ha sido Dolors Montserrat, la secretaria general del Partido Popular Europeo, la que ha compartido la ya larga lista de comparecencias urgentes registradas en la Diputación Permanente a la que se suma Sánchez. «Es vergonzoso y alarmante ver al presidente de nuestro país retratado en la prensa internacional cada semana por sus casos de corrupción. Lo hemos visto esta semana en el Financial Times, pero ya llevamos muchas semanas que están saliendo todos los casos de corrupción de Pedro Sánchez, de su mujer, de su partido y de su Gobierno en todos los medios internacionales», ha señalado la eurodiputada.

La aspiración del Grupo Parlamentario Popular, con Esther Muñoz a la cabeza, es que Sánchez rinda cuentas de este nuevo delito que se le imputa a su mujer, pero también que se pronuncie sobre Leire Díez, la célebre fontanera del PSOE, que testificará ante un juez en noviembre por sus presuntas maniobras contra la Guardia Civil para frenar la sucesión de escándalos de corrupción por adjudicaciones de obra pública que se cobraron el ingreso en prisión del exnúmero tres de los socialista Santos Cerdán.

A esta lista de comparecientes a la que ya pertenecían los titulares de las carteras al frente de los incendios, a saber, la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la ministra de Defensa, Margarita Robles y el ministro de Agricultura, Luis Planas, se suman ahora también la ministra de Migraciones, Elma Saiz, para dar cuenta de la crisis migratoria que atraviesan los territorios de llegada como Canarias o Baleares, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, para que explique qué actuaciones se están llevando a cabo para paliar posibles agresiones machistas en el seno del Partido Socialista, como es el caso Salazar. También la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para que comparezca a cuenta de la condonación de la deuda a Cataluña, y el siempre polémico ministro de Transportes, Oscar Puentes, para responder incógnitas sobre el caos ferroviario.

Cuatro de estos ministros no podrán eludir el control parlamentario en el Senado, donde los populares gozan de mayoría absoluta, pero desde Génova son realistas y consideran que no hay muchas posibilidades de que las comparecencias en el Congreso salgan adelante, pues de ello depende que los socios de investidura aprueben estas peticiones.

En plena crisis por los incendios, el Gobierno y el principal partido de la oposición continúan inmersos en una retórica belicista que vaticina lo que será el tablero político de cara al nuevo curso. Montserrat ha tratado de quitarle importancia a las declaraciones que hizo este jueves el vicesecretario popular Elías Bendodo cuando llamó a la directora general de Protección Civil «una pirómana más» e insiste en que el Ejecutivo tiró la primera piedra.

«Dónde estaba el Partido Socialista cuando su diputado en el Congreso de los Diputados llamó pirómano al presidente de la Diputación de Salamanca. Los ciudadanos quieren soluciones y los políticos debemos dárselas. Lamentablemente con este Gobierno no tenemos frente a la protección civil un gran organismo a una técnico sino que tenemos a una persona que ha entrado en la confrontación política», ha acusado Montserrat.