El PP lanza una «ruta por la igualdad» y multiplica su presencia en la calle como «resistencia» a Sánchez

«Nos vamos a enfrentar a cosas que no habíamos visto», ha dicho en su discurso final tras estas jornadas. Ha dicho que los acontecimientos de esta última semana, en referencia a los últimos pactos del PSOE con Junts, obligan al PP a una «mayor responsabilidad». Feijóo ensaya desde su llegada a Génova la idea de ensanchar la base del partido a izquierda y derecha. Algo que logró el 23 de julio pero sin la dimensión esperada. Pero la hoja de ruta es esa. Y los últimos acontecimientos la han consolidado.

Por eso Feijóo repite en todos sus discursos y entrevistas, hoy también lo ha hecho, que las decisiones del Gobierno en su relación con Carles Puigdemont no responden a la mayoría social. «El PP va a estar donde necesita la inmensa mayoría españoles», ha dicho el presidente del PP. Estas jornadas no son un hito aislado, sino que se enmarcan en un mes de enero con muchas citas orgánicas. El próximo fin de semana hay reunión interparlamentaria en Ourense. El objetivo es «mantener a punto esta organización política» en un contexto en el que «la mayoría social está siendo abandonada por el Gobierno».

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Y una de las conclusiones a las que llega el PP en este arranque de año es que no puede limitarse a una oposición en las instituciones o en los tribunales. Se requiere mantener activado el electorado, para lo que es imprescindible que las organziaciones territoriales lo estén. Y más en un semestre con tres citas electorales. Ya anunció Feijóo el pasado jueves la convocatoria de una nueva movilización en Madrid para el próximo 28 de enero. Hoy en Toledo ha anunciado la puesta en marcha de una «ruta por la igualdad» que va a recorrer toda España por las principales capitales del país.

En paralelo habrá otras dos rutas, una por el norte y otra por el sur para descentralizar al máximo la presencia del partido. «España es una nación de ciudadanos libres e iguales y esto no se puede someter a ningún mercadeo. No es aceptable que en España se escuche más lo que pide Waterloo que lo que necesitan los españoles». El diagnóstico del PP es que Sánchez «sigue llevando España a una situación límite» y que el PP debe ser muy activo para ser «la voz de los que no tienen voz».

Antes de los pactos de la pasada semana, Feijóo ha recordado que la aprobación de la amnistía y la entrega a Bildu de la alcaldía de Pamplona han sido «las cesiones inaugurales de esta legislatura». Mostrándose convencido de que «vendrán más rendiciones» porque el proyecto del PSOE es «una España sin solidaridad y sin justicia». El presidente del PP ha defendido que esta ruta por todo el país será «un símbolo de la resistencia de España, que no acepta chantajes, no acepta amenazas» y se ha comprometido a «parar los pies a los que quieren fracturar, dividir y levantar un muro entre españoles». Y ahí le ha mandado un daro al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, con quien siempre ha tenido una buena relación pero a quien ya el PP critica abiertamente por no pasar de las palabras a los hechos: «Conviene que todos practiquemos lo que predicamos».