El PP convocará de forma urgente sus congresos pendientes, sin debates ideológicos

El último congreso nacional del Partido Popular también se convocó de forma extraordinaria y urgente, el pasado mes de abril en Sevilla, para elegir a Alberto Núñez Feijóo como líder de esta formación política en sustitución de Pablo Casado. Tampoco hubo por tanto una ponencia ideológica, según establecen los estatutos del PP.

Feijóo llegó a la presidencia nacional con su discurso y proyecto, que presentó a todos los compromisarios y a todo el partido, pero los populares no debatieron sobre el programa que debería marcar la etapa siguiente. A partir de ese momento se convocaron congreso regionales, como el de Madrid, Galicia, Extremadura y Murcia, también de forma extraordinaria, y una vez más sin debate de fondo sobre el proyecto político, más allá de lo expuesto por cada líder regional en su discurso ante el plenario.

Según los estatutos el PP, «en los congresos extraordinarios no será obligatorio el debate de ponencias», lo que está evitando que las autonomías entren en cuestiones que no se trataron en el congreso nacional, y que podrían producir situaciones complicadas dentro del partido.

Precisamente, una de las banderas con las que Feijóo llegó a la presidencia nacional fue la de la gestión, la política pragmática para solucionar los problemas reales de la gente, sin centrarse en 'batallas culturales' que en este PP interesan lo justo, al menos en este momento. Si el congreso nacional no marcó la pauta ideológica en el partido a partir de la elección de la presidencia de Feijóo, no iban a ser después las comunidades las que enmendaran ese 'vacío' con sus propios debates ideológicos.

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La ausencia de ponencias abarca más allá del terreno ideológico. Tampoco se debaten estatutos, y eso implica, por ejemplo, que las primarias se mantienen intactas dentro del PP. Un sistema de elección de los presidentes que cada vez tiene más detractores dentro del partido, sobre todo después de la última gran crisis interna. Pero el sistema tendrá que continuar al menos hasta el próximo congreso nacional.

Está previsto que a primeros de septiembre empiecen a convocarse los cónclaves regionales pendientes. Uno de los primeros será el de Cantabria, donde Génova ha expresado ya su respaldo a la actual presidenta, María José Sáenz de Buruaga, para que continúe en el puesto al menos hasta las próximas elecciones autonómicas, en mayo de 2023. El vicesecretario general de Organización del PP, Miguel Tellado, ha apagado así uno de los polvorines con más riesgo que quedaban dentro del partido, y lo ha hecho sin dejar 'heridos' en el camino. En Asturias de momento la decisión no está cerrada, igual que en La Rioja y en Navarra. En esta última región la elección del liderazgo tiene que ir acompañada de un nuevo modelo de partido, después de la etapa de Navarra Suma, que los de Feijóo dan ya por concluida.

Fuentes populares no descartan que cuando se celebren estos congresos regionales, y se culmine así el proceso de renovación territorial, a falta de Cataluña y País Vasco, que aún no tocan, Feijóo convoque una convención política nacional. En este foro, esta vez sí, se pondría sobre la mesa de debate el modelo ideológico del partido.