El PP asume una posición de liderazgo en Europa en un momento de crisis: «No vale ponerse de perfil»

Fuentes del PP español creen que no es momento para las dudas. «No vale ponerse de perfil», señalan, mientras resumen la postura que el partido llevará a Europa en dos palabras: «Inteligencia y diplomacia».

«Feijóo insistirá este jueves en que sea la diplomacia quien ahorre a Europa una guerra comercial que no beneficia a nadie, pero defenderá responder con firmeza a quienes comprometan las opciones de los productores europeos en general y españoles en particular», explican fuentes del PP. Diplomacia, pero también inteligencia para no sobrepasar los límites con Trump, con el que es «mejor negociar sin haberle insultado antes», señalan en referencia a los improperios que día tras día salen de miembros del Gobierno o de los partidos que lo forman al referirse al presidente de Estados Unidos. «El mayor progreso del mundo ha llegado con el libre comercio. La solución no puede ser una guerra de aranceles, pero tampoco podemos quedarnos quietos», apunta un miembro de la dirección del PP. «El mayor progreso del mundo ha llegado con el libre comercio. La solución no puede ser una guerra de aranceles, pero tampoco podemos quedarnos quietos», coincide el dirigente del PP consultado.

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David Alandete | Corresponsal en Washington

Más allá de la guerra de aranceles, la mayor preocupación del PP español y de Feijóo es la situación de Ucrania y su impacto en el futuro de la Unión Europea. Para estudiar la situación, el gallego se reunirá este jueves con su homólogo alemán Friedrich Merz, con el que coincidirá por primera vez desde su victoria en las elecciones de hace diez días. Juntos analizarán el escenario geopolítico y «trabajarán ya desde un nuevo eje hispano-alemán, clave en la Europa que viene».

La relación que ambos dirigentes mantienen desde hace tiempo es fluida y muy cordial. Es frecuente su intercambio de mensajes, como ocurrió ya la semana pasada nada más conocerse la victoria de Merz en los comicios alemanes, y la intención de ambos es fortalecer ese entendimiento tras la llegada del germano al poder. «Ambos tienen una alianza sólida, basada en el Estado de derecho», explican desde dentro del PP, donde están convencidos de que el nuevo canciller contribuira al crecimiento exterior de un Feijóo que cada vez tiene más influencia en Europa.

Principalmente, aseguran «porque no deja de ser el líder de la segunda fuerza del PPE, que es el partido que ya es mayoritario en la práctica totalidad de los países de la Unión». «Tenemos que trabajar para dar a Europa la estabilidad que otros quieren comprometer», apuntan desde Génova, en una idea que deslizó también este miércoles Feijóo durante su intervención en la asamblea de la patronal de los concesionarios de automóviles.

«Es injustificable que no sepamos qué va a defender mañana nuestro Gobierno en el Consejo Europeo. El Gobierno actual no tiene mayoría suficiente y no puede asumir ningún compromiso internacional. En uno de los momentos más complicados a nivel geopolítico de las últimas décadas de la UE y España, el Gobierno no solo no informa, sino que no lidera», expuso el presidente del PP, quien volvió a exigir a Sánchez que explique sus intenciones y que aclare con qué apoyos cuenta en el Congreso de los Diputados.

Desde el PP de España tienen claro que hay que mojarse y así lo hará Feijóo durante la reunión del EPP previa a la cumbre extraordinaria por Ucrania. «Es un tema muy sensible y será difícil alcanzar un consenso», señalan fuentes del PP, convencidas de que el aumento del gasto en defensa es un asunto en el que todos coinciden dentro de la UE. «El problema», explican, «es de dónde debe salir ese dinero», que según el plan de Ursula Von der Leyen desplegaría 800.000 millones, de los que España debería aportar unos 25.000 millones de euros. «La amenaza rusa es evidente y, en función de lo que pase en Ucrania, puede serlo más», señalan desde el PP, favorables a ese aumento de gasto, pero sin comprometer la deuda pública. De hecho, en Génova apuestan por una revisión de las partidas presupuestarias con el objetivo de no tocar las reglas fiscales.