Baleares permitirá a los menores de edad asistir a las corridas de toros

La formación de Santiago Abascal ha 'colado' esta propuesta a través de una enmienda al decreto de vivienda, que se convertirá en ley tras su paso por el Parlamento balear en las próximas semanas. La propuesta de Vox mantiene vigente, sin embargo, la obligación de que se exhiba un cartel advirtiendo de que «el espectáculo puede herir la sensibilidad de los espectadores».

El PP ha anunciado este lunes que votará a favor de esta propuesta, ya que « forma parte de los acuerdos de investidura», aunque reconoce que hubiera preferido hacerlo por otra vía distinta. La iniciativa está incluida en el punto 41 de un total de 110 medidas del acuerdo de gobernabilidad entre PP y Vox, que permite a la popular Marga Prohens gobernar en solitario.

El PP defiende que la asistencia de público menor de edad a un espectáculo taurino es «una realidad en la inmensa mayoría de España» y recuerda que «Podemos intentó en el Congreso prohibirlo y no lo consiguió porque el PSOE lo impidió», por lo que pide a «los socialistas que voten ahora en consecuencia».

En 2017, el gobierno de izquierdas presidido por Francina Armengol aprobó la llamada ley de 'toros a la balear', una normativa que mutilaba la esencia de la fiesta de los toros. Entre otros puntos polémicos, prohibía matar al toro en el ruedo y usar banderillas o picadores. Además, limitaba a un máximo de tres el número de toros que se podían lidiar en cada espectáculo. Un año después, l el Tribunal Constitucional falló en contra de esta normativa.

El pasado mes de septiembre, el Ayuntamiento de Palma, en manos del PP, volvió a declarar la ciudad taurina, revirtiendo así la cruzada antitaurina impulsada por el tripartito de izquierdas formado por el PSOE, Podemos y los nacionalistas de Més durante los ocho últimos años de legislatura.

El tripartito de izquierdas declaró en 2015 la capital balear «antitaurina» y libre de maltrato animal. Tras ocho años de prohibición de la tauromaquia «en todas sus formas», Vox llevó al pleno del Ayuntamiento de Palma esta propuesta para derogar el acuerdo municipal que impedía que desde los organismos públicos se apoyara la tauromaquia y se dieran licencias para la celebración de corridas de toros, a excepción del Coliseo balear, de propiedad privada.