El Archivo de las Víctimas del Terrorismo
Nadie podrá decir que no ocurrió
El cineasta Iñaki Arteta recopila los testimonios en formato entrevista de los familiares de víctimas y de supervivientes del terrorismo, con el fin de elaborar un gran archivo audiovisual que preserve y divulgue la memoria, en primera persona y con sus propias palabras, de todos aquellos que sufrieron el terror de ETA
'Basta ya', el grito que rompió el silencio ante ETA
Un momento de la entrevista del cineasta Iñaki Arteta a Ana Iribar, viuda de Gregorio Ordóñez
Era el año 2001 cuando el cineasta Iñaki Arteta grababa los primeros testimonios de víctimas de ETA. Lo hacía con motivo de su película, 'Sin Libertad', y fueron 25 entrevistas a familiares de víctimas mortales del terrorismo y a perseguidos, todos ellos vascos. Se ... dio cuenta enseguida de que constituían un material valiosísimo, más allá de la propia cinta, testimonio directo de las consecuencias de la intolerancia ideológica en nuestro país. 25 historias que fueron también la semilla de este gran proyecto audiovisual en el que se ve inmerso ahora y desde entonces: el Archivo de las Víctimas del Terrorismo.
«Pasa el tiempo», explica Arteta, «y llegará el momento en que no quedará nadie que haya vivido directamente el terror, no podrá contarse en primera persona. Preservar la memoria de las víctimas para que no se pierda es fundamental, y el formato audiovisual tiene la potencia de permitirnos ver y escuchar a esas personas inocentes, que tuvieron la desgracia de vivirlo, contarlo con sus propias palabras. Eso es un argumento inapelable frente a distorsiones y aligeramientos. Es importante dar larga vida, más allá de la nuestra, a estos testimonios vitales».
Más de 400, de momento, que son los que componen el Archivo. De familiares de víctimas mortales, de heridos, de supervivientes, de perseguidos, de amenazados. Víctimas de ETA, de los atentados del 11M, del GRAPO. Parte del material proviene de entrevistas realizadas para las películas de Arteta, otra parte se ha producido en colaboración con asociaciones de víctimas (AVT, Covite, Fundación de Víctimas del Terrorismo). «Todo el material bruto», explica, «se encuentra físicamente albergado en la Fundación Ortega Marañón. Pero nuestro propósito es que el acceso sea universal y gratuito a través de una web, al modo de la USC Shoah Foundation, el proyecto de Steven Spielberg, donde supervivientes y testigos del Genocidio cuentan su historia. Estamos trabajando para que sea accesible a todos, que pueda ser utilizado con fines educativos y de investigación. Para hacer historia hay que preservarla. Y la memoria de las víctimas es imprescindible para componer esta historia».
Un detalle del cuaderno de Arteta
Así lo cree también Almudena Blanco, hija del Teniente Coronel Pedro Antonio Blanco, asesinado en enero del año 2000, que ha colaborado con su testimonio. Reconoce que sigue sintiendo un pellizquito en el corazón cada vez que habla de su experiencia, pero considera importante que no se pierda: el pellizco vale la pena. «Todo lo que yo pueda hacer para que no se olvide lo que ocurrió, lo haré. Donde me necesiten, estaré». Por eso no dudó ni un momento cuando Iñaki le propuso colaborar. Porque está convencida de que, frente a blanqueamientos y atenuaciones, la historia, los hechos crudos de lo que ocurrió, debe imponerse. «Yo no puedo olvidar en lo personal. Porque, por culpa de unos miserables que decidieron defender sus ideas matando, mis hijos se han perdido compartir tiempo con su abuelo y yo con mi padre. Pero, como sociedad, tampoco podemos permitirnos olvidar lo ocurrido. Las víctimas éramos las que sufríamos, pero éramos también las que teníamos que escondernos, que callarnos, que tomar precauciones. Muchas familias tuvieron incluso que huir. Eso es terrible y hay que contarlo. Algunos lo hacemos cada vez que tenemos ocasión, se conocen nuestras historias, pero hay mucha gente que no ha hablado. Son testimonios que se perderían si no fuera por iniciativas como esta».
Del silencio a la distorsión
«El 80% de las víctimas nunca ha hablado», confirma Iñaki Arteta. «Cuando hicimos las primeras entrevistas, en 2001 y luego en 2003, ETA seguía matando. Muchas de las personas a la que proponíamos aparecer tenían miedo. Tenían una historia terrible que contar, sí, pero también unas familias a las que proteger. Ahora la coyuntura es otra. Por intereses políticos, que espero sean pasajeros, se pretende distorsionar el pasado, uno reciente que hemos vivido más de la mitad de los españoles, y que se pretende blanquear. Pero estas historias personales no están sujetas a coyuntura alguna. Son historias reales, ocurridas a gente real. Y a partir de esa experiencia personal, de sus historias, se lee todo un contexto».
Historias estremecedoras que no dejan indiferente. Que impresionan. «Después de 400 entrevistas», admite, «me sigo emocionando. Se me saltan las lágrimas, lo llevo mal. Cuando una persona que ha pasado por algo tan terrible lo expresa con tanta franqueza, cuando te hablan de momentos horribles (cuándo y cómo se enteraron de que habían matado a su marido, cómo lo comunicaron a unos hijos todavía pequeños, cómo a una madre) es demoledor. Para muchos de ellos es la primera vez, no han hablado de ello con nadie hasta ese momento. Eso me sigue impactando: el hecho de no haber podido hablar hasta ahora, de hacerlo por vez primera ante un desconocido como yo. Es tremendo. Y estamos hablando de que el 90% de los asesinatos se producen en democracia, y las víctimas no han recibido la atención suficiente. Resulta muy difícil de explicar».
«El 80% de las víctimas nunca ha hablado»
Iñaki Arteta
Son 400 historias, 400 entrevistas, que dibujan juntas una radiografía precisa de lo que fue el terror, del peso que tuvo en toda una sociedad. La nuestra. «Cualquiera que diga que no fue para tanto, que estaba justificado, verá desmontada su afirmación. Con estos testimonios nadie podrá decir que eso no pasó. El terrorismo de ETA duró 50 años.50 años con muchos muertos, muchos heridos, muchas familias marcadas. ETA intervino en la vida social del país entero, en todos los ámbitos. España es hoy como es debido a cómo se ha ido portando la sociedad y sus gobernantes con respecto al terrorismo».
Para Ana Iribar, viuda de Gregorio Ordóñez, el Archivo es importantísimo «porque llegará un día en que no estaremos aquí los que hemos sufrido en primera persona este terror. Dar nuestro testimonio es muy duro, porque no es fácil rememorar precisamente aquello que se trata de superar día a día. Por mucho que pase el tiempo, en mi caso son 29 años, seguimos estremeciéndonos al recordar el momento en que cambió nuestra vida. Al sentarme delante de Iñaki Arteta y responder a sus preguntas, al volver a las amenazas previas, al día del asesinato, a esas 48 horas horribles posteriores, no pude evitar emocionarme. Pero sabía que estaba en buenas manos, que su trabajo es siempre riguroso, respetuoso e impecable. Y me parecía muy importante hacerlo porque el terrorismo en nuestro país no ha afectado solo a la vida de algunas familias, las nuestras, sino a toda la sociedad. ETA ha dejado huérfanos, viudas y heridos, sí, pero también ha condicionado mucho tanto en lo político como en lo social. Y todavía quedan atentados sin resolver, víctimas con las que no se ha hecho justicia. Cuando no estemos, cuando dentro de unos años no quedemos ni uno solo de los testigos del horror, este archivo y nuestros testimonios permanecerán».
Iñaki Arteta con Iribar antes de la entrevista
«Esta es una historia que no se acaba», añade Arteta. «Quedan muchas preguntas. ¿Qué hemos hecho mal? ¿Cómo es posible que todavía se mantenga el discurso de los terroristas y su proyecto político? ¿Cómo ha quedado la sociedad vasca tras los años de terror? Falta una generación para que las cosas se puedan ver de otra manera. Ahora todavía conviven varias generaciones que han visto muy de cerca, no solo el terrorismo y la persecución, sino lo que significa socialmente que exista una parte no pequeña de la sociedad a la que no le parece mal que se mate en nombre de unas ideas. Es una cultura espantosa y terrible que pervive en una parte de la sociedad y que, además, no se esconde. Y eso habrá que contarlo. Por eso no me parece petulante decir que lo que hacemos es historia, porque las cosas hay que explicarlas, es necesario conocer nuestra historia. Que eso se descuide me parece peligroso, esa desidia con el terrorismo, casi empeño en olvidar. Creo que con esto hacemos una labor que se complementará con la otros hacen desde otras disciplinas. Y el conjunto es lo que hará que se pueda conocer este periodo, nos acercará a la verdad».
«Cada una de estas entrevistas», concluye, «es una pieza imprescindible que encaja con el resto para acabar contando algo muy real: el horror que ha sido el terrorismo. La historia de una ideología cruel que ha causado muchísimo dolor a muchísima gente inocente. Que aspiraba a cambiar el rumbo de una sociedad. Y que, hoy en día, pretende cambiar la percepción de lo ocurrido e imponer su relato. Pero este archivo será un argumento demoledor. El tiempo pasará, los testigos irán desapareciendo, pero sus testimonios permanecerán». Y, con ellos, la verdad de lo ocurrido.
Donaciones:
* Mediante PayPal: https://paypal.me/ARCHIVOVICTIMAS?country.x=ES&locale.x=es_ES
* Mediante transferencia, nº cuenta: ES 82 3035 0016 57 0160025659
Titular: LEIZE producciones