Podemos e IU se lanzan a una guerra electoral con discrepancias sobre Díaz

La marca Por Andalucía fue un error, según Podemos, porque les obligó a explicar cuál era su papeleta. «No queremos ponernos creativos, si no es Unidas Podemos, el nombre tiene que ser la enumeración de las siglas de cada partido», explican fuentes de la formación morada, que insisten en la importancia de ser identificados el día de la votación. Desde IU explican que ellos no van a iniciar ninguna pelea por el nombre, pero lanzan una puya al partido morado: «Lo importante es mejorar la vida de la gente, no la supervivencia de las siglas».

En Podemos e IU reconocen que no lograrán listas conjuntas en todos los territorios. No obstante, los dos partidos están de acuerdo en intentar que los pactos autonómicos no se desvinculen de su nivel municipal y viceversa. Trabajan para que si en La Rioja hay coalición, en Logroño, también. Desde la dirección de Podemos exigen acuerdos «justos». ¿Qué significa eso?­­«En función de quién pida más a nivel municipal,explican desde Podemos, el otro tendrá que ser compensado a nivel autonómico». Por su parte, IU apunta que «respetarán la correlación de fuerzas», pero no se dejarán pisar.

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Si a esto se añade que Podemos se reivindica como partido hegemónico autonómico e IU que ellos son «el actor municipalista, la tercera fuerza del país más fuerte a nivel municipal en votos», parece que, en principio, la disputa se resolvería como dos piezas de puzzle. Pero no es así. Desde la dirección de Podemos exigen al partido de Garzón que demuestre con datos y estudios de zona que su organización es más fuerte allí donde dicen.

«Si lo demuestran, habrá acuerdo, si tu formación aporta más estructura territorial que la mía, que lo demuestren», dicen en Podemos. IU insiste en el argumento de que tienen 2.000 concejalías y 200 alcaldías frente a una decena del partido morado. Pero en Podemos no están dispuestos a perder ni un ápice del poder territorial y del protagonismo que les ha permitido ser partido de Gobierno pese a su pérdida de representación en el último ciclo electoral.

La participación de Yolanda Díaz en la campaña es otro elemento de tensión que sobrevuela estas negociaciones. Izquierda Unida respeta la voluntad de no participar de la vicepresidenta y sugieren que en Podemos buscan desgastarla. Así lo explica un alto cargo de IU que negocia con Podemos: «Donde no hay unidad, Yolanda no tiene que ir a hacer el espectáculo. No tiene sentido que vaya a hacer campaña donde no hay voluntad de acuerdo, eso es quemar a Yolanda».

El paseíllo abrazadas una mañana de campaña de Díaz e Inmaculada Nieto (de IU y cabeza de Por Andalucía) sentó fatal en Podemos porque consideran que se posicionó a favor de ellos. Podemos le pide a Díaz que participe en la campaña autonómica y advierte de que lo contrario la penalizará en las elecciones generales. «Nosotros hemos planteado desde el primer momento que tenía que hacer campaña por el espacio que representa, pero ella dice que no, para llegar en mejores condiciones a las generales», explica una alto cargo de la dirección morada.

Podemos asegura que no dejarán de presentarse en ningún territorio porque no logren acuerdos, por eso siguen con su rearme electoral que empezó a principios de noviembre con su «universidad de otoño». Ahora, continúa con un calendario preelectoral con 19 actos en 17 comunidades autónomas que tendrán fuerte presencia de Ione Belarra e Irene Montero. Por delante tienen la «fiesta de la primavera» y en enero el acto del noveno aniversario de la fundación del partido.

IU también se presentará por separado en los territorios donde no haya acuerdo y ha iniciado su propia carrera electoral. Su reivindicación. El 26 de noviembre presentó en Rivas Vaciamadrid su programa marco para las municipales y sacó músculo político con sus principales alcaldes y el líder del partido y ministro, Alberto Garzón. Prepara más actos.

Podemos e IU se juegan mucho estos meses hasta las elecciones, pelean para ser la fuerza que dé soporte autonómico en el futuro proyecto nacional Sumar, liderado por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, para reeditar el Gobierno con el PSOE. Un resultado satisfactorio en mayo otorgará a cualquiera de estas dos formaciones un peso territorial y orgánico clave para encarar la negociación de las candidaturas nacionales desde una posición de fuerza. Podemos mantiene un pulso soterrado con Díaz para no quedar diluidos dentro de Sumar. En IU están más alineados con las tesis de la vicepresidenta, pero hartos de estar subyugados a las imposiciones de Podemos. «No vamos a exigir a Podemos puestos, pero partimos de que somos más fuertes a nivel municipal», asegura el mencionado alto cargo de IU.

Los acuerdos de coalición están prácticamente cerrados en Navarra, Extremadura y Baleares. En Cantabria y La Rioja las conversaciones estaban muy avanzadas pero precisamente por la presión que está haciendo IU a nivel municipal se han bloqueado en las últimas horas estas mesas. Están descartadas las coaliciones en Asturias, Castilla-La Mancha y Murcia, donde Podemos e IU no tienen buena relación. Y las negociaciones más complicadas están siendo en Madrid y Comunidad Valenciana, donde la fuerza mayoritaria de la izquierda alternativa al PSOE no son ni Podemos ni IU, sino Más Madrid y Compromís. Dos partidos que se niegan a confluir, por ahora. En las Islas Canarias, además ha surgido el proyecto Drago, del exdiputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez, que no ha puesto ningún veto, pero trabajará para tener un peso relevante en la izquierda de su comunidad.

Podemos acusa a IU de aplicar el modelo de negociación andaluz en estos territorios, que consistió en sentar a todas las formaciones de la izquierda a negociar en una misma mesa. Consideran que es un error y que lo primero es que negocien Podemos e IU y luego abrir el acuerdo a otros partidos. Tienen hasta finales de enero.