Podemos endurece su tono ante el Gobierno y pone condiciones a su apoyo: romper con Israel y bajar los alquileres

Durante su intervención, Belarra ha desgranado que las manifestaciones en favor al derecho a la vivienda han marcado un «antes y un después» y que el «genocidio» en Gaza obliga a actuar para «pararle los pies» al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

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Patricia Romero

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Y con el marco de la futura negociación para los Presupuestos Generales como telón de fondo, Podemos ha dicho «basta» y traslada «muy claro» al Ejecutivo que «si quieren el apoyo de Podemos, van a tener que romper relaciones comerciales con Israel y bajar los alquileres por ley». «La gente no aguanta más», ha remachado.

De esta forma, Belarra mantiene la línea crítica ante el Gobierno que ha intensificado con el nuevo curso político y elevar los requisitos para que Podemos respalde las iniciativas del Ejecutivo. De hecho, durante esta semana han enfatizado que no se consideran socios parlamentarios del Ejecutivo y que sus votos en el Congreso son claves como los de Junts.

La diputada morada en el Grupo Mixto en el Congreso ha cargado contra el PP y el PSOE, a los que ha tildado de ser durante décadas «lacayos» de los especuladores, lo que ha dado como resultado que la gente no pueda acceder a sus casas. «Hay que sacar las casas del negocio, del mercado, y garantizar la vivienda como el derecho humano que es», ha demandado.

A su vez, ha recriminado que la derecha solo acepta la democracia cuando gana y tiene incluso una actitud golpista a través de las «togas reaccionarias». Y ante esta deriva ha sentenciado que la socialdemocracia se ha convertido más de un problema que en la solución. Respecto a la situación en Gaza, Belarra ha denunciando que se han visto imágenes de cómo el ejército israelí quemada «vivas» a personas y se ha preguntado qué diferencia hay entre este comportamiento y las «cámaras de gas» del nazismo.

Por su parte, Irene Montero ha centrado su discurso en arremeter contra el bipartidismo, dado que PSOE y PP tratar de mostrar que son muy diferentes pero ambos le dicen a Israel que es un «Estado amigo». «Los dos están apoyando la complicidad de Europa con los genocidas, con los criminales. España es a día de hoy con Sánchez gobernando, con el PSOE en la Moncloa, un país de tránsito de las armas que Israel utiliza para asesinar a niños palestinos», ha agregado.

Luego, Montero ha refutado la imagen de que Sánchez sea el líder europeo que más hace por los palestinos cuando mientras el Gobierno mantiene relaciones con Israel le dice a los «genocidas» que va a poner en las etiquetas de los productos que se importan que provienen de territorios palestinos ocupados ilegalmente. Una mención con la que deslizaba un reproche implícito a una de las medidas impulsadas por el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, dentro del área de consumo. También ha lanzado que el bipartismo está asociado a la corrupción y en alusión al 'caso Koldo' ha contrapuesto que mientras Podemos estaba peleando para incluir tope a los precios del alquiler en el escudo social, miembros del PSOE estaban metiendo la mano en la caja«.

Mientras, ha recriminado al PSOE que «no se atreve a decir la »verdad« ante la decisión de la Sala segunda de lo Penal del Tribunal Supremo de imputar por primera vez al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y que es, a su juicio, que los sectores reaccionarios de la judicatura llevan perpetrando hace tiempo golpes a la democracia. Y a la cabeza ha situado al magistrado del Supremo Manuel Marchena, al que acusa de despedirse dando otro «golpe» a la democracia y de hacer «política» más que «ningún miembro del poder judicial».

En este evento, los morados han lucido alianzas internacionales con la intervención de la eurodiputada de Francia Insumisa, Rima Hassan, el diputado británico y exlíder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, y la eurodiputada del Bloco de Esquerda de Portugal, Catarina Martins. Precisamente Podemos, Francia Insumisa y el Bloco han configurado junto a otras cuatro formaciones de izquierda un nuevo partido de ámbito europeo, denominado Alianza de Izquierda Europea por los Pueblos. Una formación alternativa al Partido de la Izquierda Europa, donde se referencian IU, el Die Linke alemán y Syriza.