Podemos desprecia la oferta de unidad Yolanda Díaz porque no negocia con «muertos»
Belarra y Montero ansían recuperar la hegemonía de la izquierda, no reconciliarse con Sumar
Belarra vuelve a rodearse del núcleo duro de Podemos que refuerza con activistas trans, antirracistas y propalestinos

Podemos. Ese gran elefante en la habitación hasta que Yolanda Díaz decidiera a finales de enero, recién cumplido el primer aniversario de su divorcio, romper tabúes y defender que la izquierda española debe aspirar a reeditar una coalición como la conformada por Sumar en las ... pasadas elecciones generales con todas las fuerzas políticas dentro, también aquellas que decidieron salirse del tiesto en alusión a los de Ione Belarra. «Voy a trabajar para que lo que ha pasado el 23-J vuelva a pasar y quien no quiera estar ahí lo va a tener que explicar», dijo entonces.
Una idea –la de la reconciliación con los morados sin los que Díaz ya admite que su proyecto no podrá mantenerse en La Moncloa una legislatura más al lado del PSOE– que, con mayor ahínco si cabe, vuelve meses después a repetir en público y que, inconscientemente, convirtió este pasado fin de semana en el leitmotiv de la asamblea estatal de Sumar, que busca ba rearmarse con la vicepresidenta segunda como líder fáctica de un espacio cuyo liderazgo orgánico endosa ahora a dos desconocidos afines apenas un año después de hacerlo despegar –si es que lo logra– y tan sólo diez meses después de dimitir y dejarlo descabezado y sin rumbo alguno. «La gente lo que quiere es que caminemos juntas», aseguró Díaz el domingo en la clausura de su congreso ante un Teatro Alcázar de la capital lleno hasta la bandera de militantes llamándola «presidenta», al tiempo que dejaba la pelota en el tejado de Podemos.
El protagonismo de Podemos en la asamblea de Sumar puede no haber provocado el efecto esperado de Díaz–que los morados llamen a la puerta de Sumar–, pero desde luego que sí causó regocijo en su vieja guardia. Sobre todo, en el que fuera fundador y líder del partido hasta su retirada política en 2021, Pablo Iglesias, que 'de facto' continúa ejerciendo como gurú político del partido en la sombra y en la no tan sombra. En su intervención de ayer en RNE, ha llegado incluso afirmar este lunes que Sumar es un proyecto «fallido» y «políticamente muerto». Prueba de ello, ha señalado, es que el titular de su congreso fuese Podemos. En el seno del partido, fuentes cercanas a la cúpula se preguntan de forma no irónica, y en línea con las tesis de Iglesias, «¿qué es Sumar?» al tiempo que tienen claro que «el futuro de la izquierda española pasa por proyectos vivos», categoría de la que excluyen a los de Díaz.
Iglesias ha defendido, además, al igual que ha hecho ya en múltiples ocasiones la actual cúpula morada, que el PSOE debe «asumir responsabilidades» respecto a la «operación política» que orquestó para «matar» a Podemos e integrar a parte de Sumar en sus filas si quiere revalidar su Ejecutivo de coalición. En paralelo, ha deslizado el también exvicepresidente del Gobierno en la anterior legislatura, Podemos «asumirá el liderazgo que le toque asumir». Por ello, pide a su sucesora, Belarra, que ignore los «cantos de sirena» de Díaz.
Sumar convirtió el fin de semana a la formación morada en la protagonista indiscutible de su asamblea de rearme
Dicho y hecho. Una vez más, la actual secretaria general de la formación morada, que aspira a revalidar en el congreso ordinario de los próximos 11 y 12 de abril no sólo liderazgo, sino el tándem que conforma junto a la exministra de Igualdad Irene Montero, desdeña la oferta de Yolanda Díaz en pro de su verdadero objetivo: hacerse de nuevo con la hegemonía del espacio a la izquierda del PSOE. Y por el camino, deja claro que no ansía la reconciliación con Sumar y menos aún, con la propia Yolanda Díaz.
A las puertas de «la quinta»
Sin rivales a la vista, Belarra ha presentado este lunes la lista con la que se presentará a las primarias del partido y poder afrontar así un segundo mandato. Atrás quedaron los tiempos de Pablo Echenique, Ángela Rodríguez 'Pam' o Rafa Mayoral. Aunque sí volverá a rodearse de parte del núcleo duro de Podemos que heredó de Iglesias –como el secretario de Organización, Pablo Fernández o la eurodiputada Isa Serra–, incorpora a su dirección nuevos perfiles procedentes del activismo feminista, trans, antirracista, antifascista y propalestina como Mar Cambrollé o Francho Ahijón para darle su propia impronta, si bien es sabido que Belarra es continuísta del fundador del partido.
«Vamos a poner en pie una izquierda que tenga autonomía para tomar decisiones propias [...] porque cuando no la tiene, ya vemos lo que pasa; que ya sólo manda Pedro Sánchez», ha proclamado la secretaria general morada en una velada alusión a Sumar., que no sólo ha despreciado su ofrecimiento de volver a caminar juntas, sino que ha deslizado que el proyecto de Díaz es «una izquierda que no dispone de capacidad e influencia dentro del Ejecutivo para llevar a la práctica el programa que defiende como sí hacía Podemos. «Demostramos que se podía gobernar y que cuando está Podemos en el Gobierno, algunas cosas empiezan a cambiar», ha zanjado.
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