Poca expectación despierta Begoña en su reaparición pública

Como codirectora del Máster en dirección de Fundraising, Gómez era la encargada del discurso de apertura que abría el foro 'Activismo 4.0: la generación Z y el futuro del tercer sector', organizado por su propio máster (yo me lo guiso, yo me lo como), no exento de polémica, y la Fundación Española de Fundraising. Por ese motivo, un grupo de guiris en bicicleta se encontraba, no sin sorpresa y al girar una esquina, con un patagotitan de treinta metros, una pancarta con la tipografía de El Padrino en la que aparecían las fotos de Pedro Sánchez, su esposa y su hermano (la famiglia), y una silueta troquelada de Begoña Gómez. El guía tenía que hacer un esfuerzo extra para tratar de explicar aquello a turistas sobre ruedas ajenos a las polémicas patrias y a los asuntitos de los parientes del presidente.

Empezaba el acto a la hora prevista, tras el decepcionante recibimiento, y la señora de Sánchez, con pantalón blanco y camiseta roja, era presentada como promotora del foro y codirectora del máster con más de 25 años de experiencia en enseñanza y consultoría en proyectos de impacto social y el tercer sector. «Bueno», arrancaba, «muchas gracias a todos, muchas gracias a los participantes, a los que nos acompañáis hoy a nivel presencial y a todos los que nos acompañan online…». On line éramos 32. Y, aunque habían colgado el cartel de aforo completo e impedían la entrada a todo el que la solicitaba con esa excusa, en la retransmisión online, pese a lo ajustado del encuadre, se apreciaba perfectamente que la primera fila, la única que se veía a ratos, no aparecía llena. Tampoco fuera había tanta gente, si no contamos a seguridad y prensa, que disparaban la asistencia.

Apenas cinco personas, diez si exagero, tras la pancarta y sujetando la silueta se habían congregado para darle la bienvenida. Una bienvenida que no se ha producido por la llegada de incógnito y con demasiada antelación, lo que parece desmesurado si atendemos a esa poca expectación. Por ilustrar: había más gente en la tienda de regalos.

Tras quince minutos de intervención, daba paso a tres ponentes, una de las cuales se quejaba por la insistencia telefónica de una ONG con la que había colaborado pidiéndole que se hiciera socia. Más tarde volvería a subir, esta vez como moderadora de una mesa redonda con especialistas en el tercer sector. On line, seguíamos siendo 32. Dentro, no lo sé pero ya no se veía a nadie en primera fila. Fuera, solo esperaba algún fotógrafo por si podía captar la imagen de Begoña Gómez abandonando el Caixa Forum. Había más gente en ese momento encima del escenario participando en la mesa redonda y mucha más en la tienda de regalos. Dos participantes online se desconectaban. Tres contándome a mí, que también prefiero la tienda de regalos.