PNV y EH Bildu tratan de reivindicarse en un Aberri Eguna con aroma electoral

El PNV lleva ya días planteando la contienda como una suerte de pugna bipartidista por demostrar quién enarbola mejor la bandera independentista. Por eso, no es de extrañar que el los dirigentes nacionalistas, que como cada año han elegido la Plaza Nueva de Bilbao para arengar a sus bases, se hayan esforzado por reivindicar a su partido como el que representa el nacionalismo «auténtico». «En política la autenticidad es importante y nosotros somos auténticos», ha asegurado el presidente del los nacionalistas vascos, Andoni Ortuzar, desde un escenario en el que han reunido a todos los representantes institucionales del partido.

Precisamente a esa autenticidad ha apelado una y otra vez el presidente de los nacionalistas vascos frente a los partidos que hacen «ejercicios de transformismo» cuando llegan las elecciones. Ha sido, sin nombrarlo, una clara alusión a la nueva hoja de ruta de EH Bildu, que pasa por hacer valer su faceta más institucional y evitar la exaltación de las ideas independentistas de antaño. Ortuzar ha criticado esa estrategia de guardar en el armario «el palestino, el forro polar y el flequillo cortado con moto sierra» para ponerse «camisetas de marca» o cara de «no haber roto un plato». «Son los de la 'mani' aunque se vistan de Armani», ha espetado para recordar que siguen siendo «los mismos» de siempre.

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Miriam Villamediana

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Los nacionalistas son más que conscientes de que, tal como confirman todas las encuestas, los de Otegi les pisan los talones en algunos territorios. También de que la clave de los comicios estará en la decisión que tomen los votantes todavía indecisos, que casi alcanzan a la mitad del censo. Por eso, además de reivindicar su forma de defender el nacionalismo, Ortuzar también ha hecho un llamamiento a militantes y simpatizantes a «dar la talla» en la próxima campaña electoral.

«Vienen meses intensos y cruciales», ha advertido consciente de la necesidad que tiene el PNV de movilizar a sus votantes. Para lograrlo, los nacionalistas han recuperado sus reivindicaciones más nacionalistas, como el derecho a decidir, a pesar de que el llamado 'nuevo estatus' o una reforma lleve dos legislaturas guardado en un cajón por ser un cómodo para sus socios de Gobierno en el País Vasco.

Además, el PNV también ha tirado de galones para presumir la gestión, y así diferenciarse de EH Bildu. De ahí que las referencias a los logros de su gestión hayan sido el eje central del discurso de Iñigo Urkullu. El lehendakari ha sacado pecho del incremento del PIB, ahora un 30% superior al de hace diez años y de los últimos datos de empleo. «Nos acercamos al millón de afiliados a la Seguridad Social, el máximo de nuestra historia», ha recordado. También ha puesto en valor las últimas medidas sociales de su Gobierno, como las ayudas a la maternidad o el plan de emancipación juvenil y ha reivindicado su hoja de ruta para construir un País Vasco con «identidad social» frente a la actual incertidumbre política. Los del PNV tampoco se han olvidado de mostrarse como los nacionalistas más europeístas e incluso han colocado la enseña europea junto a la ikurriña sobre el escenario.

No menos simbólico ha sido el acto organizado por EH Bildu, que ha trasladado a todos sus cabezas de lista a una manifestación que ha recorrido las principales calles de Pamplona. Se trata de una plaza de gran simbolismo de cara a las elecciones del 28M para la izquierda abertzale, que aspira no solo a volver a ser clave en la gobernabilidad de Navarra, sino también a recuperar la alcaldía de Pamplona para los de Otegi. «Estas elecciones vamos a por todas», recordaba Laura Azal, la candidata independentista en el Parlamento de Navarra.

El mismo día en que se convocaron las elecciones, EH Bildu ya advirtió en una comparecencia pública que no tenía intención de «bajar al barro» en la campaña electoral. De ahí que Arnaldo Otegi haya evitado todo choque con el PNV. Ha presentado su proyecto político como el del «bloque de la esperanza» y haya reiterado que su mano está «tendida» para alcanzar «grandes acuerdos de país».

El líder independentista no se ha ovlidado de reivindicar sus aspiraciones independentistas. Ha recordado que no puede haber «izquierda transformadora» si no defiende y respeta el «carácter plurinacional» y el «derecho a decidir». Sin embargo, su únicos reproches los ha personalizado en Sergio Sayas y Carlos García Adanero, los dos exdiputados de UPN que se han pasado a las filas del PP en Navarra, a quienes ha acusado de «mantener a Navarra sometida a Madrid».

El Aberri Eguna se ha celebrado cuando quedan exactamente 50 días para los comicios del 28M, que en el País Vasco serán forales y municipales. Serán las urnas las que determinen quien sale reportado de la contienda bipartidista, si el «nacionalismo auténtico» del PNV o el «bloque de la esperanza» de EH Bildu.