Los pescadores de Alhucemas que se convirtieron en los reyes del hachís
La UCO acaba con la organización que suministraba a los poderosos clanes del Estrecho y que tenía su emporio de blanqueo en Dubai
En cinco meses metieron 117 toneladas de hachís; tenían una red de 'mulas' que traían relojes de colección desde el emirato de hasta 800.000 euros
Amigos de la infancia en las calles de Alhucemas (Marruecos), aprendieron primero a pescar juntos, luego a navegar y recoger fardos y finalmente acabaron montando los almacenes de hachís, que suministraban la droga a los poderosos clanes del Estrecho, entre ellos al del Messi ... o Los Castañas. F. A.A., hasta diciembre del año pasado uno de los narcos más buscados del mundo, no tenía límites y decidió diversificar el negocio.
Su experiencia con el hachís y la enorme logística acaparada le llevó a codearse con los señores de la cocaína que traía desde Colombia hasta el Golfo de Guinea para desde África trasladarla a Europa a través de España. El emporio criminal perfecto. En cinco meses metió 117 toneladas de hachís y en poco más 3,4 toneladas de cocaína.
En diciembre del año pasado, los agentes del Grupo Central Antidroga de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil lo detuvieron en Barcelona. Marroquí, nacionalizado español, cayó con 16 miembros de su organización. Faltaba su mano derecha, su amigo de la infancia, A.A., que ha sido arrestado en Málaga, en la segunda fase de la operación MVRAND, con otros nueve presuntos narcotraficantes. Entre los detenidos hay un abogado afincado en esa provincia, especializado en casos de tráfico de drogas.
F. A. A. dirigía desde Barcelona, y desde la heladería de una de sus empresas que tenía debajo de su casa, con mano dura pero intentando pasar desapercibido. Cuando cayó se intervinieron en Barcelona, Vigo y San Roque (Cádiz) cerca de un millón de euros en efectivo, 10 vehículos de alta gama, una embarcación, relojes y joyas valorados en más de tres millones de euros y 18.000 euros en lotería de Navidad.
Llamaban la atención los relojes de colección de series limitadas valorados en hasta 800.000 euros que lucía en sus vacaciones, a bordo de yates y en hoteles al alcance de pocos, en contraste con su vida discreta el resto del año. En el momento de la detención, F.A.A. fue sorprendido en el salón de su casa con cinco teléfonos encendidos y dos cuadernos para hacer anotaciones. Estaba coordinando varias operativas en alta mar.
Uno de los barcos donde se encontró la droga
Los agentes sabían que había mucho más, de hecho estaba catalogado como «High Value Target» para las principales agencias policiales internacionales, un pez gordo entre los gordos. Ahora le han asestado el segundo golpe tras el análisis de todos los dispositivos y documentación que fue intervenida por los agentes.
Por un lado se le ha podido vincular a él y al resto directamente con la introducción en España de un total de 117.000 kilogramos de hachís y de 3.359 de cocaína, todo ello en distintas aprehensiones, destacando entre otras una de 4.360 kilogramos de hachís en San Pedro de Pinatar (Murcia), otra de 1.355 kilogramos de cocaína en Tánger (Marruecos) ,1.003 kilogramos de hachís en Francia y otros 15.000 kilogramos de hachís en Huelva, entre junio y octubre de 2021.
Por otro, se ha puesto al descubierto su entramado financiero, una sólida infraestructura en Dubái, desde donde se dirigían todas las actividades económicas. A modo de ejemplo, explica la Guardia Civil, enviaban «mulas» desde ese Emirato trasladando relojes de gran valor económico a España. Se han intervenido varias piezas, algunas de coleccionista con un valor que supera los 800.000€.
Compraron yates de lujo utilizando sociedades radicadas en países como Reino Unido, Bélgica, Alemania, Italia, Irlanda o Turquía
Con esa red de blanqueo también compraron yates de lujo utilizando sociedades radicadas en países como Reino Unido, Bélgica, Alemania, Francia, Italia, Irlanda o Turquía. Detrás había un holding de empresas encargado de lavar el dinero procedente de la droga.
Los antiguos pescadores, que llevan dos décadas manejando droga, no dejaban nada al azar. Su impresionante logística incluía narcolanchas y motores de gran potencia que llegaban desde los Países Bajos y guardaban en naves de las costas de Portugal. Ahí estaban los talleres para ponerlas a punto y lanzarlas a las diferentes rutas. Pasaban meses navegando con continuas recogidas de hachís y cocaína en Marruecos con destino a las costas españolas.
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Los números de la operación dan idea de la envergadura: 27 detenidos, 6 investigados, varias órdenes internacionales de detención, 58 cuentas corrientes bloqueadas, 36 vehículos de alta gama y 10 inmuebles intervenidos. Además de inhibidores, pistolas detonadoras, teléfonos satelitales y dispositivos encriptados de comunicación. Los dos amigos habían alcanzado el top en el narcotráfico.
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