Penalistas apuntan a que la presencia de Sánchez en las reuniones con Barrabés son un indicio más de tráfico de influencias

Sin atreverse a pronunciarse sobre los pormenores del asunto, en plena investigación judicial, el penalista sí aprecia un salto que coloca tanto al empresario como a Sánchez en una situación comprometida, por lo que no le extraña que las acusaciones pidan un cambio en la situación procesal de Barrabés para que pase de testigo a investigado: ya no es una relación entre Begoña y el empresario, sino que ahora hay un «canal directo» de comunicación entre el empresario y el funcionario público (Sánchez): «Desde que estoy patrocinando el máster de su mujer, estoy consiguiendo contratos de la administración pública», explica de forma didáctica el jurista.

El también penalista Juan Antonio Frago ve asimismo ese salto cualitativo porque ahora el jefe del Ejecutivo podría ser copartícipe de este delito de tráfico de influencias. Esto sucedería si hay indicios sólidos de que Sánchez participó en la «trama» para favorecer a su mujer. Recuerda Frago la dificultad probatoria de este delito, para lo que en primer lugar sería preciso contrastar las fechas de los contratos con las reuniones celebradas en Moncloa: si los encuentros se produjeron antes o después de las adjudicaciones. Señala Frago que si al avanzar la investigación surgen indicios contra Sánchez, el juez podría mandar una exposición razonada a la Sala Segunda al estar aforado, lo mismo que sucedió este lunes con el fiscal general del Estado. Todo esto, recalca, en el terreno de lo teórico.

También el penalista Luis Rodríguez Ramos considera que lo conocido este lunes es un «indicio más» de la posible existencia de ese delito, pues si algo dejan claro esas dos reuniones es, como mínimo, que «Sánchez se ha interesado». Ahora se trataría de comprobar si esa influencia ha sido determinante para la concesión de contratos, y en este sentido «hay un amplio margen para una valoración subjetiva». Se tendría que comprobar la «anormalidad» en la concesión y que, «por prueba directa o indirecta, se llegue a esa conclusión», asegura.