Pedro Sánchez vuelve a limitar su exhibición pública, pero no evita los habituales abucheos en el desfile de la Fiesta Nacional

La gente no ha pasado por alto los distintos casos de corrupción que cercan al entorno más cercano del presidente, a su Gobierno y a su partido, el PSOE. Entre ellos los que afectan a su familia -esposa (Begoña Gómez) y hermano (David Sánchez)-, a su fiscal general, Álvaro García Ortiz, o a sus dos últimos secretarios de Organización, Santos Cerdán, en prisión, y el exministro José Luis Ábalos. La llegada de Sánchez, un par de minutos antes que la de la Familia Real, ha inundado de pitos el ambiente. Todo ello pese a no haber sido anunciada por megafonía al igual que viene siendo costumbre también durante los últimos años.

La comitiva que sí ha sido adelantada a su llegada ha sido la de los Reyes, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, quien, por primera vez, participará junto a sus padres y hermana en la recepción en el Palacio Real. Ataviada con el uniforme color gris aviación correspondiente al que utilizan los alumnos del Ejército del Aire (donde cursa su tercer y último año de formación castrense como alférez de cuarto curso), la Heredera al Trono se ha dado este domingo su tercer baño de masas militar, acompañando a su padre, Don Felipe, vestido, en su caso, con uniforme de gala de la Marina, aunque siempre un paso por detrás, en el acto más emotivo de la jornada, el momento de depositar una corona de laurel en homenaje a los caídos por España.

Los actos han comenzado puntuales a las 11.00 horas. Tras sonar el himno, Don Felipe ha pasado revista al Batallón de Honores y junto a Doña Letizia, ha saludado a las autoridades nacionales y autonómicas. Al desfile ha acudido el Ejecutivo al completo a excepción de la titular de Igualdad, la socialista Ana Redondo, y de tres de los cinco ministros del ala de Sumar: Pablo Bustinduy (Derechos Sociales y Agenda 2030), Mónica García (Sanidad) y Sira Rego (Juventud e Infancia). Solo estas dos últimas tenían un viaje oficial programado en agenda para este domingo. También se han ausentado hasta seis mandatarios regionales. A saber, el de País Vasco, Imanol Pradales, predicando con el ejemplo de sus antecesores en la 'Lehendakaritza'; el de Canarias, Fernando Clavijo y el de La Rioja, Gonzalo Capellán, con actos institucionales ya programados en sus respectivos territorios. También han cursado baja los presidentes de Murcia, Fernando López-Miras, de Valencia, Carlos Marzón, y de Baleares, Marga Prohens, por la dana que afecta estos días el Este del país.

Al habitual plantón de los nacionalistas, se ha sumado el de Santiago Abascal. El presidente de Vox comunicó por carta a Sus Majestades su intención de no acudir ni al palco de autoridades ni al Palacio Real para «no blanquear al Gobierno» de Sánchez. El líder de la formación derechista ha optado por seguir el desfile a pue de calle, en el Paseo del Prado a la altura de la Biblioteca Nacional.

A continuación ha tenido lugar uno de los momentos más espectaculares de la jornada con el salto paracaidista portando la bandera de España. El protagonista ha sido el sargento primero, Óscar Marsal, que ha ejecutado la maniobra sin percances.

Estaba previsto que participaran sobre el asfalto y el aire un total de 3.847 militares, 229 caballos, 123 vehículos, 39 motocicletas, 45 aviones y 29 helicópteros. Pero las condiciones climáticas, con ese cielo encapotado que más tarde ha acabado por abrirse y dando lugar a un tímido sol de otoño, han obligado, eso sí, a reducir los efectivos aéreos que sobrevuelan la capital. Únicamente han realizado su exhibición los aviones caza Eurofighter, F-18 y F-5 de entrenamiento del Ejército del Aire, y después los Harrier de la Armada.

Por último, se han estrenado este domingo la Formación Mirlo, compuesta por cinco aviones turbohélice Pilatus PC-21 -a cuyos mandos se subirá este curso la Princesa Leonor en la Academia del Aire de San Javier- y que ha tomado el testigo de la mítica Patrulla Águila, que se jubiló el pasado mes de junio en el Festival 'Aire 25' del Ejército del Aire después de 40 años, para proyectar los colores de la enseña nacional en el cielo de la capital. Se han quedado en tierra los aviones de transporte, de evacuación, de vigilancia y rescate marítimo y contraincendios. También los helicópteros Superpuma, NH90 o la Patrulla Aspa, entre otros.

El desfile motorizado ha abierto con una sección de motos de la Guardia Real, a la que han seguido veteranos de las Fuerzas Armadas, reservistas voluntarios y personal con discapacidad. La unidad motorizada del Ejército de Tierra ha mostrado un amplio despliegue de sus capacidades, con vehículos VAMTAC y NETON, entre otros. También han recorrido el centro de Madrid vehículos de la Armada como los URO VAMTAC, que han lucido -algunos de ellos- un sistema Spike de misiles israelíes contra carro, cuya fabricación decidió rescindir el Gobierno de España; del Ejército del Aire o de la Unidad Militar de Emergencia (UME), que este año cumple su 20º aniversario marcado por la dana de valencia y los incendios que asolaron en agosto la península y por eso desfiló con dos compañías a pie y no sólo con una. También la Guardia Civil, la Policía Nacional, Vigilancia Aduanera y Protección Civil.

En el desfile a pie han desfilado seis agrupaciones. Entre ellas las que habitualmente se llevan la mayor parte de los aplausos, la Legión y los Regulares. No ha faltado la mascota, en este caso un borrego negro de tres años llamado Baraka, que significa 'buena suerte' en árabe.