Pedro Sánchez lanza un guiño a sus socios en Bruselas y pide «no hablar de rearme»

«A mí ese término no me gusta en absoluto, no comparto ese término, creo que tenemos que hablar de otra manera, de dirigirnos a nuestros ciudadanos de otra manera, cuando hablamos de la necesidad de mejorar la seguridad y las capacidades de defensa europeas», ha sintetizado, en el pasillo donde todos los líderes europeos atienden a los medios de comunicación. Casi al mismo tiempo, su socio de coalición, Sumar, votaba en el Congreso a favor de una iniciativa en contra del aumento del gasto en defensa.

El jefe del Ejecutivo, como ya ha hecho esta misma semana en Bruselas el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en la reunión con sus homólogos europeos, ha puesto en valor la ayuda militar de España a Ucrania, «para que tenga mayores capacidades y puedan defenderse», así como el apoyo a las sanciones a Rusia a nivel europeo «para que se consolide el alto el fuego que derive en una paz justa y duradera», ha expresado. En la misma línea ha anunciado que defenderá la propuesta de Finlandia para robustecer el papel europeo en las negociaciones de paz. «Europa tiene que estar en la mesa», ha sintetizado al respecto, pidiendo «un representante que hable en nombre de todos los europeos», asegurando que es una propuesta que ha hecho «de manera informal» el propio presidente del Consejo Europeo, el portugués António Costa.

Sánchez, que nada más detenerse ante los medios ha comentado en tono distendido que «tenemos mejor tiempo aquí en Bruselas que en España», dada la soleada mañana y las fuertes lluvias en nuestro país, ha subrayado que la cumbre europea «es muy importante», dado que, ha señalado, «se van a tratar dos temas que están interrelacionados, uno es el ámbito internacional y otro es el de la competitividad».

Aludiendo a la presencia en el almuerzo de la cumbre del secretario general de la ONU, el ex primer ministro de Portugal António Guterres, Sánchez ha remarcado la importancia de defender el «orden multilateral» cuando «hay potencias», ha remarcado, que «se están retirando», de dicho orden, o incluso «abandonándolo», aludiendo veladamente a la retirada de Estados Unidos, con Donald Trump al mando, del acuerdo climático de París o de la Organización Mundial de la Salud, la OMS.

El jefe del Ejecutivo ha anticipado que en la reunión de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) se hablará del respeto al derecho internacional humanitario, un terreno en el que, ha vuelto a presumir, «España ha mantenido una posición de absoluta coherencia en la resolución de los conflictos por vías pacíficas, y por tanto de rechazo contundente a esta escalada belicista que hace tres años inició Putin [Vladimir] en este caso en Ucrania y que por desgracia estamos viendo en Gaza y en Cisjordania», ha concluido.

Igualmente, Sánchez ha pedido que no se menoscabe la ayuda al desarrollo, y ha anunciado que pedirá a sus colegas europeos que participen activamente en la conferencia de financiación al desarrollo que se va a celebrar este verano en Sevilla. «Ahí tenemos que hablar de cómo podemos reformar el sistema de financiación internacional para que los recursos económicos lleguen también a los países que más necesitan hacer frente a la pobreza, al desarrollo económico y a las consecuencias derivadas de la emergencia climática que se está viviendo en el planeta y en particular en esos países», ha aseverado al respecto.

Además, ha realizado una encendida defensa del pacto verde europeo, puesto en cuestión en España por Vox y ahora por algunos dirigentes del Partido Popular (PP), singularmente el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, tras pactar esta misma semana con los de Santiago Abascal los presupuestos de esa autonomía. Para Sánchez, la transición ecológica no está reñida, según ha querido remarcar, ni con el crecimiento económico ni con la prosperidad.