Pedro Sánchez cierra este viernes los contactos de su investidura sin opciones de un pacto de legislatura

El jefe del Ejecutivo en funciones recibirá este viernes a la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, e inmediatamente después a su homóloga de Junts, Míriam Nogueras. Se espera que el partido del prófugo Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat de Cataluña fugado en Waterloo (Bélgica), le ponga la investidura complicada. Pero hagan lo que hagan estas dos formaciones, el presidente sabe que la legislatura no será fácil. Tras citarse con él este miércoles, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ya le avisó que su formación negocia, como el Atlético de Madrid del 'Cholo' Simeone, «partido a partido».

De nada le sirvió a Sánchez, ese mismo día, llamar a primera hora de la mañana al líder de ERC, Oriol Junqueras, en un gesto a los republicanos que les permite exhibirse como socio preferente del Gobierno, frente a Junts, a la vez que valida como interlocutor a su presidente, que, aunque fue indultado tras ser condenado por sedición y malversación, sigue inhabilitado para el ejercicio de cargo público.

Por ahora, ningún partido ha comprometido su sí a Sánchez –ni siquiera Sumar, con quien negocia un nuevo Gobierno de coalición–, pero este viernes le tocan al candidato socialista los dos tragos más difíciles. No en vano, en claro rechazo a los pactos con Junts y con Bildu, muchos de los asistentes al desfile por la Fiesta Nacional gritaron este jueves, entre abucheos, silbidos e insultos al presidente, «¡Puigdemont, a prisión!» y «¡Que te vote Txapote!». Dos cánticos del repertorio anti-Sánchez.

A las nueve y media de la mañana, en pleno puente tras el festivo de este jueves, como ya informó ABC, Sánchez se verá con Aizpurua, condenada en su día por enaltecimiento del terrorismo tras el secuestro de José Antonio Ortega Lara. Hasta después de las elecciones generales del 10 de noviembre del 2019, el PSOE se negaba a reunirse con Bildu, exactamente igual que el PP. Después de esa repetición electoral, en solo unos meses los socialistas cambiaron de criterio y la imagen de Adriana Lastra con la portavoz 'abertzale' rompió una línea roja infranqueable al homologar a Bildu con el resto de formaciones.

Bildu integra a Sortu, partido heredero de la ilegalizada Batasuna, que fue el brazo político de la hoy disuelta banda terrorista ETA, derrotada por el Estado. Sánchez será el primer presidente en funciones y candidato que, en el marco de una investidura, se reúne con Bildu. Se ha negado a hacerlo con Vox, por ejemplo, por considerarlo un partido de «extrema derecha», a pesar de que es la tercera fuerza nacional.

Partidos como el PP siguen reclamando a Bildu dar más pasos para la reparación de las víctimas del terrorismo y la colaboración con la Justicia. Sin ir más lejos, en las elecciones municipales del pasado 28 de mayo, la coalición 'abertzale' incluyó a 44 etarras condenados en sus listas, siete de ellos con delitos de sangre, aunque estos últimos después, tras la polémica generada, renunciaron a recoger el acta si salían elegidos, como pasó con dos.

A las once, tras su primera fotografía con Bildu, Sánchez se encontrará con Nogueras. Según dijo este jueves el presidente, no llamará antes a Puigdemont, como sí hizo el miércoles con Junqueras previamente a su cita con Rufián. La posterior comparecencia de Nogueras dará pistas sobre la viabilidad de la investidura.