Homenajean a un etarra en un local municipal de Portugalete, en manos del Partido Socialista

En realidad, en el vídeo se aprecia lo que parece el broche final a una comida popular en la que, a tenor de la imagen, se reunieron más de un centenar de personas. El motivo del encuentro era, precisamente, celebrar el 80 cumpleaños de Alcalde, histórico del abertzalismo y natural de la localidad. «Muchas gracias por hacer pueblo. Hay personas que luchan toda la vida, ¡Esas son imprescindibles!», rezaba la convocatoria que firma Sortu, el grupo mayoritario de la coalición EH Bildu.

Para Covite ya ese lema resulta toda una «provocación» a las víctimas. Por eso, además de denunciar públicamente lo ocurrido, también se han dirigido directamente al alcalde de la localidad, el socialista Mikel Torres. Le han pedido «explicaciones» por «ceder un espacio público para la exaltación de una persona condenada por terrorismo».

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Y es que el homenaje se produjo en el antiguo mercado de abastos de Portugalete. Se trata de un local de titularidad pública, cuya gestión está actualmente cedida a una agrupación vecinal del municipio y se utiliza para organizar actividades y talleres de todo tipo, desde boxeo a costura creativa.

Según el convenio que firmaron en el año 2015, y al que ha tenido acceso ABC, los miembros de dicha asociación se comprometen a poner en marcha «proyectos e iniciativas de revitalización del municipio y su tejido asociativo», mientras que el consistorio asume la «realización de cuantas gestiones y actuaciones sean necesarias» para garantizar las condiciones de higiene y seguridad.

Dicho convenio fija en una sus clausulas que las actividades deberán respetar «las pautas de convivencia consensuadas» y prohíbe expresamente «actividades que contravengan los principios de igualdad de las personas», así como «cualquier acto de carácter violento o que atente contra la dignidad personal», algo que no se habría cumplido en este acto.

En un comunicado, la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, ha denunciado que todavía existen «muchas personas que sienten fascinación por los terroristas de ETA». Ha lamentado, además, que «no dudan en mostrarlo públicamente cada vez que pueden». «Es una anomalía en un país democrático como el nuestro», añade la hermana de Gregorio Ordóñez.

Ángel Alcalde fue un destacado miembro de Herri Batasuna en los años 80. Le detuvieron en 1988 por pertenencia a ETA. Los investigadores sospechaban que él era 'Korta', la persona que firmó un documento incautado al también etarra Santi Potros, en el que se señalaban varios objetivos terroristas. En aquella época era una práctica habitual de la izquierda abertzale la de incluir a presos relacionados con ETA, aún sin condena firme, en sus listas electorales. Con esa estrategia Alcalde logró convertirse en diputado en el Congreso, lo que obligó a dejarle en libertad cuando se encontraba en prisión preventiva.

Como diputado, protagonizó un sonado encontronazo con Félix Pons, entonces presidente de la Cámara Baja, por utilizar la coletilla 'por imperativo legal' para jurar su cargo. Además, gracias a su condición de aforado logró retrasar su puesta a disposición judicial, de tal manera que ya había huido cuando el Congreso tramitó el suplicatorio y el Tribunal Supremo se hizo cargo de su causa. Llegó, incluso, a figurar en la lista de terroristas más buscados de la Unión Europea. Solo reapareció cuando su causa ya había prescrito.

Este periódico ha podido confirmar que el alcalde de Portugalete, Mikel Torres, se ha puesto en contacto este martes con Consuelo Ordóñez. Fuentes de Covite aseguran que le ha pedido «disculpas». Le ha asegurado que hasta que no han visto la denuncia realizada por la asociación no han tenido constancia de la naturaleza del homenaje que se había producido. Estas mismas fuentes confirman que Torres se ha comprometido a «investigar» lo ocurrido para «pedir responsabilidades» a quien corresponda.

Desde Covite piden, además, que se condene «la utilización de un espacio público para realizar un acto de homenaje a una persona vinculada a ETA». Denuncian que una práctica habitual de este colectivo suele ser la de pedir un permiso genérico sin «especificar el objetivo del acto» y que terminen con la exaltación de antiguos terroristas. Critican, además, el «cinismo» de la izquierda abertzale. «No reculan en su empeño por mostrar su apoyo a los asesinos de ETA que no se arrepienten de su pasado criminal», concluyen desde la asociación de víctimas.