País Vasco prepara complementos salariales y otras mejoras para los médicos que ocupen las plazas menos atractivas

La consejera Gotzone Sagardui ha confirmado este jueves en una entrevista radiofónica que su departamento está trabajando para definir «incentivos» especialmente dirigidos a las plazas que históricamente han sido más complicadas de cubrir en la Atención Primaria vasca. «Se trata de hacerlos más atractivos para los profesionales», ha añadido.

Sobre la mesa está la posibilidad de aprobar complementos salariales o pluses que se sumen a la retribución actual. Esto permitiría, por ejemplo, cubrir los gastos que supone para un profesional trasladarse a lugares alejados de grandes núcleos urbanos. Y es que son las zonas rurales las que más acusan la falta de profesionales.

Sagardui ha explicado que también se está trabajando en otras mejoras más allá de las «meramente salariales». El departamento ha constatado que las plazas con horarios de tarde son más complicadas de cubrir y, por ello, también se está viendo la forma de adaptar los horarios. Otra opción es que quienes ocupen esos puestos menos atractivos durante un determinado periodo, tengan después una mejora en las oposiciones o los concursos de traslados.

Las dificultades para cubrir la asistencia sanitaria en determinados lugares no son nuevas, pero sí se han hecho más evidentes este último verano. En la actualidad hay más plazas vacantes que médicos de familia, por lo que los profesionales pueden escoger el destino que más les convenga. Rara vez eligen, por lo tanto, un consultorio a kilómetros de su lugar de residencia o puestos con horarios de tarde que dificultan la conciliación.

El problema lleva años enquistado en zonas rurales de Álava, y también en algunos pueblos vizcaínos. Este verano la consejería se vio obligada a cerrar 14 consultorios durante tres meses y 10 más sufrieron clausuras intermitentes. A ello habría que añadir 20 centros más, que únicamente estuvieron atendidos por enfermeras.

El problema amenaza, además, con agravarse en los próximos años. Se prevé que antes de 2027 se haya jubilado un tercio de la plantilla que ahora ocupa puestos en la Atención Primaria del País Vasco.