Otegi da por segura para este mes la última tanda de traslados de etarras al País Vasco

A pesar de que en su día Otegi defendió el manido «presos por presupuestos», ahora, lejos de reconocer que se trata de una concesión política del Gobierno, asegura que no es más que el cumplimiento de la legalidad vigente. «En un país plural hay que cumplir la ley», ha advertido, una máxima que la izquierda abertzale ya no solo aplica al acercamiento de etarras, sino también a la concesión de terceros grados.

Y es que, la situación para los etarras presos cambió radicalmente hace año y medio, cuando el País Vasco se hizo cargo de las políticas penitenciarias. Desde entonces el goteo de acercamiento ha sido constante. El pasado viernes se confirmaba el traslado a cárceles vascas y navarras de Oskar Barreras, Jon Mirena San Pedro, Lola López, Mikel San Sebastián y Luis Mariñelarena, con lo que apenas se cuentan ya con los dedos de una mano los presos que aún cumplen condena en cárceles fuera del País Vasco.

Tanto es así, que los esfuerzos de EH Bildu ahora se centran en presionar para lograr terceros grados. Según las últimas cifras disponibles, el Gobierno vasco ha concedido 34 semilibertades desde que se hizo cargo de la gestión de las prisiones sobre un total de 146 presos de ETA (cifra que no incluye los últimos acercamientos). Sin embargo, al menos diez de estas progresiones de grado han sido revocados por la Audiencia Nacional, y la justicia aún tiene que pronunciarse acerca de nueve, que están recurridas por la Fiscalía.

Y aunque Otegi reconoce que «todavía quedan cosas por hacer», no esconde su euforia ante lo que EH Bildu ya cataloga de resultados electorales históricos. «Tenemos muy buenas expectativas», ha reconocido. No en vano, las encuestas llevan años dando a la formación abertzale un crecimiento constante. «Seremos la primera fuerza municipal», ha pronosticado.

De hecho, Otegi ya sueña con recuperar la alcaldía de Pamplona. Ha asegurado estar «convencido» de las «grandes posibilidades» que tiene Joseba Asirón de recuperar la alcaldía de la capital navarra. No es descartable, además, que el resultado final sea un intercambio de cromos mediante el cual Bildu apoye un gobierno autonómico del PSN con María Chivite al frente a cambio de que los socialistas navarros respalden la candidatura de Asirón. Fue una fórmula que ya intentaron hace cuatro años, aunque solo terminó con acuerdo en las cortes regionales.

La navarra no será, seguramente, la única batalla en la que EH Bildu tenga un protagonismo destacado tras las elecciones de mayo. Las encuestas auguran un empate en número de concejales en el Ayuntamiento de Vitoria entre EH Bildu y PNV. En este caso la llave del consistorio podría estar en manos de los socialistas vascos que resultarían ser tercera fuerza política, con solo un concejal menos que las dos primeras. En el partido también creen que podrían estar en condiciones de «disputar» el liderazgo en San Sebastián.

Otegi es consciente de que, en el nuevo escenario electoral, los gobiernos de la próxima legislatura dependerán más que del número de votos, de los acuerdos que los partidos sean capaces de cerrar después. «Lo importante no solo es el resultado, sino qué hacemos con él», ha insistido. A este respecto, ha adelantado que su intención es no cerrar ninguna puerta y se ha mostrado partidario de acuerdos a izquierdas y a derechas que permitan «cambiar las cosas».

No es algo nuevo para EH Bildu. La formación liderada por Otegi ya cuenta con acuerdos de Gobierno con Podemos en varios ayuntamientos vascos, y también ha permitido el nombramiento de alcaldes del PNV en algunos pueblos de la Rioja Alavesa. Este lunes ha dado, además, un paso más por mostrarse como un 'partido de Estado'.

La formación independentista ha pactado este lunes con el PSE un acuerdo para aprobar los presupuestos municipales de la localidad guipuzcoana de Eibar. La abstención de los de Otegi permitirá incorporar un millón de euros a las cuentas municipales. El alcalde de la localidad, el socialista Jon Iraola, ha reconocido en una rueda de prensa que su partido tiene mayor sintonía con Bildu que con el resto de grupos políticos. Que el acuerdo se haya firmado en esa localidad y no en otra resulta especialmente relevante, habida cuenta de su simbolismo. «Demuestra que se pueden hacer acuerdos plurales», ha asegurado Otegi. No es descartable, por tanto, que tras las elecciones municipales del 28 de mayo esa buena sintonía entre los dos partidos se extienda a más escenarios.