El obispo de San Sebastián tacha de «injusta» la imagen fija que identifica «Iglesia y pederastia»

«Parece que, a veces, hay una imagen fija Iglesia-pederastia», ha lamentado, algo que en su opinión es «profundamente injusto». A preguntas de los periodistas ha recordado que su predecesor ya realizó un «llamamiento» y que gracias a las denuncias de abusos contra un sacerdote «se destaparon otros casos».

Prado Ayuso ha recordado que, a pesar de los titulares que acaparan los casos que se dan dentro de la Iglesia, la mayoría de abusos sexuales a menores siguen ocurriendo «en el ámbito de la familia». Es por ello que ha abogado por la «prevención y la formación» a todos los niveles para evitar «un problema social muy grave». «Ojalá otras instituciones y otros grupos estén haciendo lo que se está haciendo en la Iglesia para que no se vuelva a repetir», ha añadido.

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A pesar de ello, el prelado bilbaíno descarta realizar un acto de perdón similar al que ofició en Bilbao Joseba Segura. «Creo que aquí, en Guipúzcoa, si algo han hecho los antecesores ha sido pedir perdón», unas disculpas que ha vuelto a reiterar el prelado durante su intervención. Ha reclamado, además, «actuar y hacer cosas». Es por ello, que la diócesis guipuzcoana abrirá tres oficinas, que estarán abiertas 24 horas al día, para atender expresamente a las víctimas y «todos los canales» de la diócesis estarán «abiertos» a nuevas denuncias.

Es solo una de las realidades con las que ha tenido que tomar contacto Prado Ayuso en un aterrizaje que está siendo «mejor de lo que esperaba». Por el momento, ha centrado estos días en tomar «un primer contacto» con los sacerdotes de la diócesis y reunirse con los alcaldes de la provincia.

En este tiempo también ha incorporado a dos mujeres y dos laicos a un «núcleo duro» de la diócesis que cuando llegó era «demasiado masculino y clerical». A pesar de ello, se ha mostrado «contento» porque se imaginaba un obispado «amenazante» pero se ha encontrado con una acogida «magnífica» en todos os lugares. Por eso, una vez las cosas de Gobierno estén más ordenadas se ha marcado como objetivo «callejear» por Guipúzcoa para tratar de «transmitir la fe a las nuevas generaciones».